Togetherness, la serie para HBO de los hermanos Duplass llegó el pasado domingo al final de su primera temporada, después de ocho episodios que bucean en las vidas de cuatro personajes imbuidos en una crisis generacional.
Por un lado, está la pareja formada por Brett y Michelle, un joven matrimonio que destila viejas complicidades y sincronía, pero que actualmente, varios años de matrimonio y dos hijos después, no son capaces de equilibrar el derrumbe emocional provocado por años de hastío, monotonía y falta de comunicación. Pese a todos sus problemas de pareja y la ausencia de carnalidad en su relación, es fácil comprobar que se quieren y no quieren dar por finalizado lo suyo. Pese a todo, contratiempos laborales, soledad y nuevas inquietudes y sueños se interpondrán en su propósito de reconstruir lo dañado.
Por otro lado, tenemos a Alex y Tina, dos amigos por casualidad (él es el mejor amigo de Brett y ella la hermana de Michelle) que establecen un vínculo en pleno desplome de su autoestima, cuando los dos son acogidos por la primera pareja en su casa después de varios batacazos vitales y sentimentales. Alex, actor en paro, quiere encauzar su carrera pero años de rechazo y complejos le hacen más difícil la tarea de encontrar un nuevo papel cinematográfico. A Tina, por su parte, el miedo a no dar con algo en lo que ser buena, con un sitio apropiado o un lugar donde asentarse, ha ido encadenando historias de amor y fracaso hasta el día que empieza a compartir techo con Alex, Brett y Tina.
Esta es la premisa de Togetherness, una serie generacional que habla de los dramas de la vida adulta de una manera descarnada, honesta y realista. Diferentes situaciones, problemas y angustias atenazan a estos cuatro adultos, a medio camino entre la treintena y la cuarentena. Y es que la edad no es garantía de seguridad, confianza y equilibrio, ya que, muchas veces, a medio camino entre la juventud y el ocaso de la vida llegan las mayores encrucijadas, esas para las que no existe una guía que te diga qué camino es el mejor de tomar.
Brett, quien al principio volcaba su frustración en el trabajo y un obsesivo control de su día a día, terminará diciendo adiós a sus inhibiciones en una fiesta hippie como repulsivo a su enquistado descontento. El introvertido padre de familia conocerá a una mujer de espíritu new age en un parque durante un paseo, una antítesis de lo que él representa que se convertirá en una improvisada coach hacia su autodescubrimiento y liberación emocional en un penúltimo capítulo lleno de buena comedia.
Su mujer, Michelle, está inmersa en su propia deriva emocional. Tras intentar arreglar los problemas de alcoba con su marido y una vez aceptado tan estrepitoso fracaso, su propio viaje le llevará inexorablemente hacia los brazos de David, un vecino de su comunidad que busca impulsar un nuevo colegio en su distrito y que provocará en Michelle el resurgimiento de unas emociones que ya creía perdidas para siempre.
Mientras tanto Tina, decidida a ayudar a Álex a conseguir mayor confianza, autoestima y bienestar físico y psicológico, verá frustrados sin embargo todos sus empeños en dar con una vida mejor para ella, más plena e independiente. Maestra de la seducción pero poco dada a mantener relaciones duraderas, intentará probar suerte en lo laboral con un pequeño proyecto como emprendedora. Aun así, varios fiascos desatarán sus miedos de ser incapaz de valerse por si misma. Así, en el penúltimo episodio de Togetherness, Tina confesaba a Álex entre lágrimas su decisión final de dejar que Larry cuide de ella y le ofrezca la apacible vida de seguridad y comodidades que tanto anhela. Eso sí, todo ello en medio de una amalgama de sentimientos confusos y algún beso robado.
En el episodio final, Alex recibe una llamada que le confirma haber conseguido un papel en una película, lo que le lleva a decidirse a sincerarse con Tina y tratar de retenerla a su lado. Eso sí, pese a cruzarse media ciudad en bici con un ramo de flores que quedará prácticamente destruido en la carretera, no conseguirá su propósito (¿acabo esperábamos que fuera a pasar?). Eso sí, mayor golpe le auguramos a Brett que, después de pasar un día genial con los niños y confiar a Álex sentirse más optimista en cuanto a su futuro conyugal y emocional, decidirá ir en busca de Michelle, que se encuentra en Sacramento junto a David tratando de conseguir apoyo financiero para su proyecto educativo. Allí, en una habitación de hotel, Michelle tiene su propia batalla interna: dejarse llevar por la química hacia su compañero o seguir intentando solucionar los problemas de su matrimonio. Todo parece indicar que el encuentro adúltero será finalmente consumado, pero los créditos finales nos dejan con la incertidumbre. Eso sí, todo ello justo después de una inolvidable escena en la que Michelle y David se pasan notas bajo la puerta que separa sus habitaciones de hotel, después de haberse confesado sus sentimientos y haber decidido irse cada uno a dormir.
La serie es buena, las actuaciones son excelentes, el relato y las situaciones son impecables, la cinematografía un espectáculo. Así y todo, no consiguió engancharme, después del tercer capítulo la abandoné.
ResponderEliminarDe todas formas muy recomendable, es un gran producto televisivo.
Quizás no es redonda, pero me ha gustado. Buen capítulo de final de temporada. Ahí va mi opinión ;)
ResponderEliminarhttp://seriesanatomy.blogspot.com.es/2015/03/tener-trentaimuchos-o-cuartentaipocos.html
Saludos!
La dramatización es muy buena, es una de las mejores series que he visto, la creación de los Hermanos Duplass es sin duda una muy buena opción para ver en TV.
ResponderEliminar