Banshee llega a su final de temporada y, haciendo balance, esta temporada ha sido la más sangrienta, la más llena de acción y explosiones, la más emocionante y, en general, la mejor temporada hasta la fecha. Los enemigos del Sheriff Hood se multiplicaban y estaba claro que no podía salir todo bien de una situación tan adversa. Tanto estrés y tantos enemigos han provocado que ésta vez no haya tantas escenas de cama como en anteriores temporada, nunca está de más ver sudar a Antony Starr.
Banshee siempre ha sido un entretenimiento de primera calidad, una serie con la que pasar un buen rato, con una trama adictiva, mucha gente guapa y un presupuesto bastante alto para efectos especiales. De hecho si Banshee no arrasa este año en las categorías técnicas será una injusticia mayor que ignorar durante diez temporadas a It's Always Sunny in Philadelphia en comedia. Tres de sus capítulos podrían haber sido final de temporada, si hubiesen querido dejarnos con la miel en los labios, podrían haber cerrado antes, pero nos han dado un final. Los cliffhangers no siempre funcionan y la serie de Cinemax no es de las que alarga tramas innecesariamente, sabe reinventarse y superarse, por eso debería gozar de mayor reconocimiento.
La evolución de los personajes ha sido abismal, nadie que importe para la trama ha terminado en la misma situación que empezó y las pérdidas han sido importantes y descabelladas: es la Boda Roja de Banshee. La relación toxica de Carrie con Hood parece tener las puestas abiertas, las chocantes muertes de Shiobban Kelly y Gordon Hopewell parece unirles a la hora de superarlo, Hood intentó normalizar su relación con Shiobban, pero esto es como cuando un policía de una serie se va a jubilar, no sobrevive al final del episodio. Tampoco le vino mal, pudo seguir siendo sheriff, ya que era la única que sabía su secreto. Mientras que Carrie cuando parecía que su vida iba a volver a la normalidad, eso que vivía antes de que llegase su antiguo compañero al pueblo, la muerte de su marido es algo más que deberá superar. Ambos movimientos clásicos pero que funcionan perfectamente gracias al entorno, un pueblo que vive constantemente en guerra.
El pueblo de Banshee es una bomba a punto de explotar, hemos tenido todos los conflictos posibles, enfrentamientos raciales, drogas, prostitución, pandilleros, moteros, sicarios, etc. pero siempre Proctor será su archienemigo, el origen de todos los problemas del pueblo. Chayton Littlestone se lo ha puesto muy complicado, un villano a la altura de la serie, con fondo y con un aspecto terrorífico, su final recuerda al de Gus Fring en Breaking Bad, por los efectos. Por mucho villano que se anteponga al personaje de Antony Starr, siempre gana aun con disparos, palos, puñetazos, etc, en ninguna otra serie tienen tanto aguante que pueden seguir peleando tras perder litros y litros de sangre, salvo Alias. Destacó también Nora Longshadow, la adorable Odette Annable se enfunda en un traje a lo Kill Bill y se convierte en la mayor badass dándonos una de las mejores peleas de la serie.
Proctor ha visto como en una temporada muere su madre, él se aparta casi de los negocios y su sobrina prácticamente coge las riendas del "negocio", si ha llegado hasta donde está no es por dejar las cosas de lado y en el episodio final vemos de nuevo a ese personaje inteligente, estratega y escurridizo, tras haber llegado hasta ahí no hay marcha atrás. Quien parecía que iba a dar más guerra era el coronel Stowe, apenas duró unos capítulos, pero gracias a ese arco pudimos disfrutar del capítulo con las cámaras personales en el asalto a su caja fuerte, un reto del que de nuevo la serie salió victoriosa, un capítulo agobiante y muy frenético que dejó sin uñas a más de uno.
La nueva incorporación más interesante ha sido la del agente Kurt Bunker, exintegrante de la hermandad nazi del conflictivo municipio, empezó creando polémica entre sus compañeros, les sorprendió en el maravilloso capítulo del ataque para más tarde declararle la guerra a su hermano tras un ataque de ira. La venganza de su hermano viene en forma de elección: o el uniforme de policía o los tatuajes, lo dejamos con el soplete con la duda de cómo lo encontraremos. El conflicto racial tan de moda en USA ahora mismo en series como American Crime o The Divide ha sido uno de los protagonistas de la temporada, tanto por esta vertiente como por la del conflicto con los nativos americanos representados por Littlestone. Bunker ha sido el guiño emocional inesperado, todo el mundo le juzga por su pasado pero todos estamos preocupados por cómo acabará.
El episodio final nos deja con un cebo para la siguiente temporada, un interrogatorio al ya ex sheriff por parte de un misterioso personaje llamado Dalton, ¿habrán descubierto la trama? La verdad es que ya es hora, pero si le descubren, ¿se acaba todo? Para responder a estas preguntas tendremos que esperar hasta el próximo año, Banshee volverá en enero con los ocho episodios de su cuarta temporada, así que dure unas cuantas más.
excelente temporada, sin duda la mejor serie de acción de la actualidad
ResponderEliminary los diamantes de la 2a. temporada, que paso si eran falsos donde quedaron los verdaderos
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