Un episodio navideño en pleno febrero nos mostró cómo llevaban los Pretty Little Killers los remordimientos y esas cosillas. Michaela se ha comprado un anillo falso en Chinatown para no levantar sospechas frente a su familia, y también está paranoica. Esto incluye escenitas de celos que acaban por hartar a su prometido. Asher parece que se está pillando por Bonnie, la señora más rancia de la historia. Pero el amor es así, imprevisible, y le hace comportarse casi como un stalker. Annalise ha pasado unas Navidades excepcionales encerrada en una habitación de hotel con mil botellitas de alcohol. Conocemos también a la familia de Laurel, que no iba a ser latina al principio según las ideas de Rhimes y Nowalk, pero no se podían desaprovechar las raíces de Karla Souza. Podemos apreciar tanto el poder y la fortuna que tiene esta familia como sus ganas de aparentar. Pero Laurel acaba de vivir una experiencia única y, para bien o para mal, va a romper con todo eso. Tras pensarlo detenidamente, parece que se ha olvidado de Frank y quiere volver con su novio de siempre. Por su parte, Frank funciona ahora como guardaespaldas. Se ha deshecho del coche de Connor y también podría deshacerse de Hannah si Annie quisiera.
Hannah, la hermana de Sam, ha conocido a los chicos y también ha tenido tiempo de conversar con Annalise sobre quién era o quién aparentaba ser Sam, pero de momento ya sabemos que Annie sabe arreglárselas para tener a todos confundidos. Wes comienza a sospechar que algo ocurrió en su apartamento antes de que él llegara y los arañazos de la pared vuelven a cobrar protagonismo. Ciertamente, varias pistas se nos presentaron en el piloto y luego quedaron olvidadas. Esos arañazos están ahí por algo, está claro. Además, mientras él tiene pesadillas cada noche, Rebecca está sospechosamente tranquila. Parece que Wes no confía del todo en ella. Where is Rudy?
Justo entonces, las noticias de la televisión desvelan que los restos de Sam han sido encontrados en un vertedero. Demasiada rapidez. Hannah Keating lo tiene claro: ha sido Annalise. Frank aconseja al study group actuar normal y no hacer llamadas sospechosas. Connor cree que Annie les ha vendido. Wes y Rebecca, todo lo contrario. La profesora acude rauda a clase a explicar en qué consiste la quinta enmienda: Ni una palabra a la policía o podrían acabar mal. Bonnie está destrozada porque, además de enterarse por la prensa, pasan de ella completamente.
Bueno, aun siendo vigilada y habiendo perdido a su marido, Annalise es la mejor defensora de sus clientes. Algunos siguen acudiendo a ella por su reputación. Otros tienen miedo de ver sus casos afectados por la muerte de Sam y quieren buscar nueva representación. Ella sigue al pie del cañón, y sus colaboradores -Frank, Bonnie y los Keating Five- también son capaces de resolver estos casos mientras se preocupan por sus propias vidas. Incluso habiendo recibido advertencias de los federales, Annalise consigue ganar el juicio contra la mafia y ganarse todavía más enemigos.
Hannah declara que Annie amenazó a Sam hace tres años para que la policía pudiera tener una causa probable e inspeccionar la casa. Bonnie no es capaz de rebatir la orden en el juzgado y, mientras la policía busca en la casa, se produce el siguiente encuentro de las cuñadas. Saltan chispas. La policía no encuentra nada, pero el informe contiene demasiada información. Un objeto metálico, fibras de alfombra y rastrojos del bosque. Connor va a explotar en cualquier momento, pero Annalise le embauca con palabrería de las que llegan hasta el fondo. O pensamos que es palabrería, porque Annalise nunca rompe una promesa.
Cuando Bonnie une los puntos y descubre la verdad, sabe que lo mejor es convencer a Annalise de que confiese. Annie recuerda cada momento en que prometió protegerles y, aunque parece que está a punto de traicionarles, se desvela que lo ha preparado todo con la ayuda de Frank para culpar a Nate Lahey. Esta señora es un as de la manipulación. Realmente parece que sufre por lo que acaba de hacer, pero lo ha hecho. Con tal de dejar en libertad a sus alumnos, incrimina a su amante, el único inocente de la historia. De todas formas, ¿cómo se explica que Nate matase a Sam mientras estaba con Annalise? Es decir, ¿no necesita la policía más información? ¿Basta esto para convencer a todo el mundo? ¿Annalise no es sospechosa? Hannah sigue dudando de su palabra. El study group no. Y es hora de llamar a mamá. Mañana por la noche, más.
Bueno, aun siendo vigilada y habiendo perdido a su marido, Annalise es la mejor defensora de sus clientes. Algunos siguen acudiendo a ella por su reputación. Otros tienen miedo de ver sus casos afectados por la muerte de Sam y quieren buscar nueva representación. Ella sigue al pie del cañón, y sus colaboradores -Frank, Bonnie y los Keating Five- también son capaces de resolver estos casos mientras se preocupan por sus propias vidas. Incluso habiendo recibido advertencias de los federales, Annalise consigue ganar el juicio contra la mafia y ganarse todavía más enemigos.
Hannah declara que Annie amenazó a Sam hace tres años para que la policía pudiera tener una causa probable e inspeccionar la casa. Bonnie no es capaz de rebatir la orden en el juzgado y, mientras la policía busca en la casa, se produce el siguiente encuentro de las cuñadas. Saltan chispas. La policía no encuentra nada, pero el informe contiene demasiada información. Un objeto metálico, fibras de alfombra y rastrojos del bosque. Connor va a explotar en cualquier momento, pero Annalise le embauca con palabrería de las que llegan hasta el fondo. O pensamos que es palabrería, porque Annalise nunca rompe una promesa.
Cuando Bonnie une los puntos y descubre la verdad, sabe que lo mejor es convencer a Annalise de que confiese. Annie recuerda cada momento en que prometió protegerles y, aunque parece que está a punto de traicionarles, se desvela que lo ha preparado todo con la ayuda de Frank para culpar a Nate Lahey. Esta señora es un as de la manipulación. Realmente parece que sufre por lo que acaba de hacer, pero lo ha hecho. Con tal de dejar en libertad a sus alumnos, incrimina a su amante, el único inocente de la historia. De todas formas, ¿cómo se explica que Nate matase a Sam mientras estaba con Annalise? Es decir, ¿no necesita la policía más información? ¿Basta esto para convencer a todo el mundo? ¿Annalise no es sospechosa? Hannah sigue dudando de su palabra. El study group no. Y es hora de llamar a mamá. Mañana por la noche, más.
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