Transitioning es un capítulo que no sólo habla de las transiciones de los personajes de la serie, que también, es un capítulo de transición en sí mismo, que en una temporada completa es necesario, pero en una corta de desenlace como esta no es ni mucho menos recomendable ya que hace perder el interés. Que nadie se me tire al cuello, estoy a favor de la integración, en la normalización de estos temas que pese a ir de modernos siguen siendo un poco tabú. Y sé que Glee siempre ha sido muy de moralina y de lecciones de vida. De hecho tuve una temporada en la que todas las reviews de los episodios acababan con algo así como "pero esto es Glee y todo tiene un final Disney". Sin embargo, a estas alturas, aunque no está de más meter el tema, me parece excesivo dedicar un capítulo entero a ello, más después de haberlo tratado ya con Unique en temporadas anteriores, aunque no llegara al extremo de operarse.
Las transiciones de las que somos testigos en este capítulo son tanto por motivos físicos como emocionales. La más "obvia" digamos, es el cambio de sexo de Beastie, que vuelve al McKinley orgulloso y no tiene ningún problema hasta que encuentra lo que le han hecho a su coche. ¿Quién? Vocal Adrenaline, los mismos que tiran huevos a sus contrincantes desde el principio de los tiempos —y Rachel y Blaine no se libran esta vez—. El comportamiento competitivo, robótico y estrictamente profesional del coro, que sólo busca ganar por todos los medios hace que Will, que se ha acomodado a la buena vida de altos sueldos y regalos copiosos, acabe jugándosela a sus propios pupilos justo antes de dimitir cuando les lleva bajo falsos pretextos al McKinley, donde un enorme coro transgender les espera con Unique a la cabeza para demostrarle a Beastie que no está solo. Como conclusión para la carrera de Shuester, ahora es consejero del New Directions, puesto inventado que sirve para no alejarle de pantalla mientras sigue haciendo lo mismo que durante toda la serie... pero sin cobrar.
La segunda transición, es la de Rachel "de niña a mujer" cuando por fin venden la casa en la que ha crecido. Por eso y para que se despida, un mix de componentes del Glee Club hacen una fiesta en el sótano de su casa mientras ella acaba liándose con Sam en su cuarto, en el que sólo queda por empaquetar el corcho con los recuerdos de su carrera musical. Nunca me ha gustado la pareja que se han inventado con estos dos, pero estaba más que claro que antes o después ocurriría tal y como estaban enseñándonos sus caminos. Mi duda es si la serie acabará con ellos juntos o no, se admiten apuestas.
Por último, Blaine reincide en sus infidelidades y tras un dueto con Kurt, acaba besándole, dejando a Dave y llevándose un palo cuando al ir a recuperar a su ex se lo encuentra con su nueva pareja a punto de salir en una cita. Por esto no me preocuparía, es cuestión de días que vuelvan a juntarse, y la boda de la semana que viene (yay!) es el lugar perfecto. ¿O no? En la última boda hubo líos a tutiplen, hasta pinitos lésbicos de Quinn... Ya lo dice la canción: Anything could happen.
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