La cadena de cable norteamericana Showtime está siendo noticia en las últimas semanas por diversos motivos y casi todos buenos: como el triunfo de su gran apuesta otoñal en los recientes Globos de Oro, The Affair, el regreso de sus comedias más importantes y la resurrección de Homeland, que estaba prácticamente para el arrastre. Parece que el presente da la razón a la cadena y el futuro no pinta mal pero hoy quería echar un poco la vista atrás y contemplar sus fracasos.
Partamos de la base de que Showtime es una cadena muy valiente, eso es innegable, y lo ha sido durante muchísimos años con series que parecía que saltarían el tiburón tras la primera temporada pero sorprendentemente se alargaban, a veces innecesariamente. El paradigma de esto que os cuento es Dexter, una ficción perfecta en muchos sentidos, desde el casting hasta los guiones, que nos entusiasmó a todos hasta la cuarta temporada, cuando tocó techo y desde ahí fue una caída libre hasta su final, uno de los más ridículos que hayan visto estos ojos. Pero Dexter no es el único ejemplo, otras series como Weeds o Californication también han sufrido alargamientos innecesarios y han acabado siendo víctimas de su propio éxito.
El pasado verano vimos cómo dos series que dejaron muy buenas sensaciones en sus temporadas de debut se han estrellando de forma considerable en 2014. La primera es Ray Donovan, de la que no podíamos esperar mucho más que el lucimiento de Jon Voight pero este año ni siquiera eso. La segunda es Masters of Sex, considerada una de las mejores series de 2013 ha sido de las peores del año que ha acabado tras una bajada considerable de calidad y un Michael Sheen cada vez más irritante. Sigue teniendo destellos, faltaría más, pero no llega a ser ni su propia sombra.
No sé si el por qué de los decepcionantes desarrollos de las series Showtime está motivado porque en la mayoría de ellas los protagonistas se convierten en productores ejecutivos, pero cada vez que veo el nombre de un actor en los créditos que no les corresponden me pongo a temblar. No sé vosotros, pero yo me imagino a un ególatra actor que no tiene ni idea de nada dando órdenes en la sala de guionistas con el fin de perpetuar el show y darle importancia al su personaje con el fin de lucirse. Ojo, sé que esto no es así (o sí) pero no puedo dejar de imaginarlo. Esta práctica se ha convertido en habitual en muchas series y cadenas pero me llama la atención que en Showtime sea lo más normal. De todas las que he nombrado sólo Weeds no tuvo el (dudoso) honor de tener a su estrella, Mary Louise Parker, en la producción sino que Jenji Kohan se la cargó ella solita.
A pesar de todo y, basándome en lo que acontece actualmente en Showtime, soy muy optimista con el futuro de sus series. Es cierto que se han metido en un buen lío con el final de la primera temporada de The Affair, pero el éxito de sus comedias, ahí está Shameless, que sigue sin dar síntomas de agotamiento pero, sobre todo y lo más importante ha sido que su principal ficción, Homeland, ha revivido como el Ave Fénix de sus cenizas para marcarse una cuarta temporada antológica, superando así el síndrome Showtime, que la cadena puede empezar a superar en breve si sigue arriesgándose como hasta ahora y aporta más sentido común.
Personalmente creía que Homeland se iba a pegar un soberano batacazo esta temporada, (sobretodo después de ese gran final de temporada con olor a final de serie) y los primeros episodios no me terminaron de convencer de que la serie iba a remontar, ¡Y vaya si lo hizo! Ahora siento un poco más de confianza para la siguiente temporada, espero que no nos hagan un Dexter (con todos mis respetos a los fans de la serie)
ResponderEliminarYo también lo pensé y después de lo que ha demostrado este año, creo que no se convertirá en Dexter, aunque siempre me queda ese miedo de que me guste una serie de Showtime. No me fío ni un pelo.
ResponderEliminarPues personalmente a mi la segunda temporada de Ray Donovan me ha parecido incluso mejor que la primera. No veo la bajada de calidad por ninguna parte. Cuestión de gustos, supongo.
ResponderEliminarDiscrepo. La segunda temporada de Ray Donovan me pareció muy buena, incluso mejor que la primera.
ResponderEliminarEs muy cierto lo de homeland aunque el sea son finales fue un espanto, igual tiene mucho potencial para la quinta temporada, lo q si amo terriblemente es shameless creo q es la única serie de showtime q podría tener 10 temporadas y no decaer nunca, con el amplio abanico de personajes q tiene la serie da para mucho mas.
ResponderEliminarRompo una lanza en favor de Ray Donovan, esta segunda temporada si bien es cierto que ha tenido cosas muy pilladas por los pelos, ha sido mucho más disfrutable y divertida, citar el capítulo del cumpleaños con ese baile que el propio se marca al final al ritmo de Walk this Way de Aerosmith.
ResponderEliminarBlaudust, Payesman y Agustín Lara, tenéis razón en que no ha sido ningún desastre la segunda de Ray Donovan como el de Masters Of Sex, pero hay que reconocer que uno de sus puntos fuertes, el Mickey Donovan de Jon Voight, ha sido una decepción. La trama del FBI era muy interesante, sobre todo por los personajes de Hank Azaria y Sherilyn Fenn, pero desaparecen durante media temporada, quería ver mas de ellos. La trama familiar tampoco me ha llamado mucho la atención, los hermanos de Ray han estado casi ausentes, aunque Liev Schreiber ha estado mejor este año y reconozco que el capítulo donde se produce ese asesinato es muy bueno, así como el de la fiesta de cumpleaños.
ResponderEliminarGracias por vuestros comentarios.
Yo coincido con todo el artículo y me da esa misma sensación Showtime excepto Ray Donovan. Que ahora si que me da miedo de cara a la 3ª temporada porque cambia de showrunner
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