En este capítulo navideño pre-parón, Castle se ha sumergido en el mundo de la mafia. Cuando un hombre aparece asesinado y los testigos creen haber visto a alguien disfrazado de Santa Claus.
Cuando Beckett y sus compañeros investigan a la víctima descubren que trabajaba como médico para la mafia. Casualmente, Rick conoce a un jefe de la mafia de los Carlucci implicado en el caso, por lo que acude a su encuentro para preguntarle sobre el caso.
La trama se va complicando hasta una historia bastante fascinante donde Castle termina haciendo un pacto con la mafia, algo que le complicará un tanto las cosas. Castle y Beckett sospechan de la hija del jefe Carlucci, Jane, ya que estaba enamorada de Luca Tessaro, el hijo del jefe de la mafia rival que fue asesinado unos pocos días atrás.
Al final del episodio, Luca resulta estar vivo gracias a la ayuda del doctor fallecido y Jane, pero saben que alguien les está acechando. Ese alguien resulta ser un detective con el alias Il Penumbra, que llevaba muchos años investigando a las familias de mafiosos y había decidido aprovecharse de ello.
Mientras tanto, los padres de Lanie llegan a Nueva York y Javi tiene que fingir que están comprometidos, lo que les hace darse cuenta de que se gustan mucho, pero en realidad no quieren eso para ellos y deciden que es mejor romper.
El caso parecía terminado, pero Gates le comunica a Castle que el detective culpable del crimen ha sido asesinado mientras era trasladado y ha corrido la voz de que Castle estaba en tratos con la mafia. Por lo tanto, el alcalde le ha prohibido a Castle colaborar con la policía.
¿Qué ocurrirá? Está claro que Castle no va a dejar de investigar, pero quizás nos venga bien que nuestra pareja favorita trabaje por separado durante algún tiempo. Respecto a Javi y Lanie, no puedo decir que me haya afectado demasiado.
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