Los 10 mejores dramas de 2014

Como colofón a nuestras listas del año, hoy os traemos la última, que corresponde a los mejores dramas. Hacer esta lista es una tarea muy complicada y llegar a un punto común es una misión imposible por mucho que nos empeñemos en lo contrario. 2014 ha sido un buen año para la ficción televisiva, en el que hemos visto un ascenso meteórico de las miniseries en el sentido amplio de la palabra, hemos asistido a la confirmación de algunas series más veteranas y hasta alguna que otra resurrección. Allá vamos:

10. The Leftovers

Se cuela en la lista por los pelos por su irregularidad, es cierto que tiene capítulos tan brillantes como para ser los mejores del año, pero el comienzo fue muy aburrido y hasta el gran episodio del sacerdote no se le vio mucho color. Aun así, el décimo puesto es muy meritorio teniendo en cuenta la cantidad de buenos dramas que han quedado fuera. En cuanto a actores, la serie de HBO ha dado a luz a una nueva diva, Carrie Coon, cuyo personaje ha sido lo más fresco de The Leftovers.

9. Mad Men

Sé que muchos veis esta serie como el que va a la oficina, pero el día que falte os vais a acordar de ella, la vamos a echar de menos y de qué manera. El principio del fin de Mad Men nos ha preparado para lo que veremos en 2015 y seguro que Matthew Weiner consigue un final tan perfecto como todos esperamos. Ya hemos visto a Don Draper ascender a los cielos y descender a los infiernos, hemos visto momentos para el recuerdo y la historia de la televisión y, sobre todo, hemos visto a mujeres intentando buscar su sitio en una sociedad para hombres. La llegada del ser humano a la luna marcará el inicio de la nueva temporada.

8. Homeland

La resurrección del año ha llegado de la mano de Homeland, una serie que parecía que estaba en una prórroga innecesaria tras su decepcionante, yo diría que infame, tercera temporada. Ver si la serie de Showtime lograba dejar atrás a Brody y continuar siendo la que fue, era uno de los atractivos iniciales que acabamos olvidando gracias a ocho capítulos brutales que han recuperado lo que Homeland había perdido, el llevarlo todo al límite, tanto las tramas como a los personajes y, por supuesto, al espectador. Y Claire Danes en estado puro.

7. The Honourable Woman

Fue una de las sorpresas del pasado verano y vino de la mano de la BBC y Sundance Channel. La miniserie protagonizada por la gran Maggie Gyllenhall nos ha aportado mucho de lo que echábamos de menos en Homeland (que ya hemos recuperado) y mucho más. Además de su protagonista y de sus adictivas tramas, hay que destacar la enorme factura técnica y, también hay que decirlo, su oportunismo, pues llegó en el punto álgido de la última crisis entre israelíes y palestinos.

6. Hannibal

No dábamos un duro el año pasado por que una serie que traía de vuelta al manoseado Hannibal Lecter pudiera no solo ser buena, sino incluso tener éxito. Pero nuestros pensamientos iniciales se esfuman cuando nos quedamos hipnotizados con sus bellas imágenes, su música y el gran trabajo de Mads Mikkelsen. Tanto que nos olvidamos de que estamos viendo a un tipo matando, cocinando personas y sirviéndolas como si fuera un Top Chef. Disfrutar y sentirse culpable al mismo tiempo.

5. The Americans

Para mí ha supuesto otra de las grandes sorpresas del año, básicamente porque la primera temporada me dejó un poco frío a pesar de que admito su valor. Pero esta segunda ha resultado ser la confirmación de una de las series que con más ansias espero en 2015. La serie de Joe Weisberg no tiene puntos débiles y sus puntos fuertes son explotados con inteligencia y frialdad, algo bueno porque resuelve sus tramas como debe sin buscar fuegos artificiales que le den notoriedad. Pero lo mejor de The Americans es que sus personajes están en un punto en el que sabemos que pueden dar todavía mucho de sí y que lo que hemos visto es sólo la punta del iceberg. Matthew Rhys y Keri Russell se merecen un monumento, por cierto.

4. True Detective

Es la número cuatro pero podría ser la primera porque ha sido, sin duda, el fenómeno seriéfilo de 2014, pero a muchos se le ha olvidado, bien porque hace ya mucho de su emisión o porque es más moderno criticarla que alabarla. El caso es que True Detective confirmó todo el hype que había a su alrededor pues tener al mejor actor del momento, Matthew McConaughey, y a Woody Harrelson ya era de por sí un atractivo mayor. Sus diálogos crípticos, sus personajes y las tramas enrevesadas la han convertido también en un fenómeno transmedia de proporciones lostianas. Eso sí, las expectativas sobre la segunda temporada no son muy halagüeñas porque, más que nada, este debut parece muy difícil de superar.

3. Fargo

Si las expectativas con True Detective eran demasiado altas, con Fargo ocurrió todo lo contrario. Pensar en una serie basada en la obra maestra de los Coen daba escalofríos a cualquiera que valore dicha película, pero la realidad nos ha vuelto a abofetear para que espabilemos y no demos nada por hecho. El trabajo de Noah Hawley está a la misma altura del material original y a veces, por el hecho de que en una serie da tiempo a un mejor desarrollo, lo supera. Para el recuerdo queda esa pareja formada por Martin Freeman y Billy Bob Thornton, que crea un villano implacable. Por si fuera poco, hemos descubierto a una gran actriz capaz de mirar por encima del hombro a los otros dos, Alison Tolman.

2. The Good Wife

La expresión "envejecer como el buen vino" cobra un nuevo sentido en The Good Wife, ya que aquí el vino se bebe y en copa grande. La serie de CBS es la niña bonita de la crítica y una de nuestras preferidas, y su puesto en esta lista es indiscutible. En su quinta temporada, la serie le dio una vuelta de tuerca a su propia propuesta con nuevas tramas centradas en un bufete nuevo y una despedida de la que no podremos olvidarnos jamás. La sexta entrega está, de momento, a fuego lento, pero esperamos que Alicia Florrick y compañía no defrauden. Sería raro, in our opinion.

1. Game of Thrones

Muchos de vosotros pensaréis que no hemos arriesgado nada, pero solo hay que hacer un poco de memoria para recordar que los diez episodios de la cuarta temporada han sido perfectos en todos los sentidos. Hemos asistido a una infinidad de momentos impagables, incluso esos de ver una serie de pie y hasta aplaudir un final. Os lo dice alguien que no hubiera incluido Juego de Tronos ni siquiera en el Top 5 en los años anteriores. Recordad la boda púrpura, la trama de Arya con el Perro, el discurso de Tyrion, la batalla de El Muro, el momento Víbora y Montaña y otros muchos, y os daréis cuenta de que, efectivamente, Game of Thrones ha sido el mejor drama de 2014.