En el segundo episodio hemos podido saber algo más de los dos incidentes que nos ocuparán las mentes hasta junio. Por un lado, tenemos el asesinato de Lila Stangard y por otro, el de Sam Keating, marido de Annalise, quien, por cierto, parece el culpable del primero.
Annalise no cree a su marido. Sam estaba en Yale la noche del asesinato de Lila, a menos que su coartada sea falsa. Todos mienten. Annalise dejará claro en la clase de hoy que nadie es quien dice ser, una lección muy relacionada con el asesinato de Marjorie St. Vincent, que recibió dieciséis puñaladas en su habitación. El presunto asesino es su marido Max, que tiene una hija de un matrimonio anterior, Eloise.
Wes Gibbins deberá acudir al Departamento de Policía a por el informe del arresto de Max St. Vincent. Gracias a él, Annalise podrá desacreditar a la Policía de nuevo, consiguiendo alejar aún más a su novio/amante.
Por otro lado, una testigo mantiene que Max y Marjorie iban a divorciarse. De ser cierto, Max no recibiría nada de la fortuna de su mujer. Pero Connor consigue, gracias a su amiguito el informático, desmontar esa declaración y el motivo del crimen.
Laurel Castillo ha conseguido saber que Frank intercedió por ella para que trabajase en la firma, pero se las sabe arreglar sola para ganarse el puesto. Sabe que Max es cazador y, por lo tanto, no ha podido cometer esa atrocidad con su mujer. Por contra, sí mató a su primera esposa en un caso que ya fue cerrado en Suiza, y Max no tendrá problema para admitirlo.
A estas alturas y sin la ayuda de Wes, que también es muy avispado, Annalise ya sabe que fue Eloise quien asesinó a la nueva mujer de su padre. Eloise creyó toda su vida que su madre murió en un accidente de coche y que su padre conoció a Marjorie tiempo después. Pero al descubrir la mentira -antes del juicio- decidió vengarse. Sin embargo, esta no es la batalla de Annalise, y Max será liberado de los cargos sin necesidad de acusar a la hija.
Con respecto al asesinato de Sam Keating, fue una moneda la que decidió el destino del cadáver. O eso creíamos, porque Wes hizo creer a todos que la moneda cayó con su cara hacia arriba. Mintió. Todo lo ha hecho para proteger a Rebecca, que se esconde de la Policía en un motel. Sabemos que fue detenida y que escondió un móvil en casa de su vecino, pero todavía nos queda mucho por saber. ¿Fue Rebecca la que mató a Sam Keating? ¿Por qué todos la encubren? ¿Qué tiene que ver en el asesinato de Lila? ¿Sam y Rebecca tenían una aventura?
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