No es la primera vez que vemos un episodio estructuralmente diferente centrado en Callie. Debe ser que inspira a los titiriteros del hospital a
escribir episodios fuera de la norma. En este quinto de la temporada, Lady
Torres se reparte el percal al 50-50 con Arizona en un capítulo que ha dado
momentos memorables muy diversos, para bien y para mal.
Antes de empezar el repaso al episodio, debemos destacar las dos menciones a
Addison y desde aquí hacemos un llamamiento para que alguien le diga a Kate Walsh
que se quite de hacer de jueza horríbilis y se enfunde otra vez el
estetoscopio, que la echamos mucho de menos.
Ya lo comentábamos hace un par de semanas: Callie y Arizona parecen
personajes creados solamente para hacerlos sufrir. No sé si habrá un estudio
hecho sobre el asunto ya, pero más de un 70% de los episodios desde que llegó la
rubia de los ruedines han sido de crisis
marital. Bend & Break ha sido la traca final.
Empieza el día 1 de la terapia de pareja. En vista de que no son capaces de
llegar a un entendimiento sobre cómo reencauzar su relación, la terapeuta les
aconseja una separación experimental. En el cruce de acusaciones inicial, los
cuchillos vuelan y destaca uno especialmente afilado: ¿puso Callie a Arizona
entre la espada y la pared cuando se quedó embarazada de Mark? No quedó un
gramo de mierda por remover en ese cajón. ¿Cuál es la más egoísta? ¿Cuál es la que más ha tenido que tragar? ¿Por qué, señor, por qué?
A raíz de esta ruptura calculada, vemos la evolución (o involución) de la pareja la una sin la otra durante treinta días, aunque han sido tres a efectos prácticos. Empezamos por orden alfabético.
A raíz de esta ruptura calculada, vemos la evolución (o involución) de la pareja la una sin la otra durante treinta días, aunque han sido tres a efectos prácticos. Empezamos por orden alfabético.
Arizona sigue inmersa en su proyecto de convertirse en una cirujana fetal de
manos de Geena Davis, quien sigue exigiendo un 350% de ella. Para más inri, en
plena batalla campal doméstica, a Arizona le sale un rival en la carrera por el
título de alumno predilecto: un tal Graham vestido siempre de rosa e
interpretado por Nick D’Agosto (obstetra ya en los años 60 de Masters of Sex).
Pese al nivel de exigencia al que se ve sometida, Arizona sigue sin
centrarse, y ya no sólo por su vida amorosa, sino porque no es capaz de dejar
de entrometerse en el trabajo de Alex como jefe de pediatría. ¿Conclusión?
Segundo strike para Arizona. El que mucho abarca, poco aprieta.
Mientras tanto Callie ve su juicio teóricamente nublado por sus
circunstancias personales. Siente que no ser capaz de encontrar cura o causa
para la dolencia de uno de sus pacientes es culpa suya. Como si la “pérdida” de
Arizona la hubiese dejado inválida de alguna forma. Recurre a Meredith como confidente
y válvula de escape, lo más parecido a una amiga que tiene, ya que a Arizona
siempre le queda April, quien resulta que todo este tiempo estaba haciendo
gelatina en su cocina.
Las escenas de borrachera son grandes momentos de esta serie. Está
patentado a lo largo de las once temporadas. El momento bonding de Meredith y
Callie, ciegas a chupitos de tequila, debatiendo sobre si el gran amor de la
vida de Mer pudiera haber sido cierta cirujana de ascendencia asiática y sobre vaginas
(porque ya se puede decir y cantar ‘vagina’ en Anatomía de Grey y no ‘vajayjay’
como en los tiempos) lo vale todo. Qué bonito canta Sara Ramirez, hasta los órganos genitales.
Después de todo será Callie, quien en principio era la más reacia a la
ruptura experimental, la que diga que no, que después de la noche de amor del
día 30 no hay nada más. Lo que parecía la reconciliación definitiva de las
Calzona da un giro de 180 grados y, en un mar de lágrimas, “da igual lo mucho
que lo intentemos, tenemos que darnos cuenta de que hay cosas que no se pueden
arreglar.” Garra al pecho, retorcernos el corazón, arrancarlo y pisotearlo.
Se cierra así este agridulce episodio que no presagia más que dolor para
las mamis de Sofía, y puede que algo de progreso individual como dice Callie.
A mi este episodio me pareció muy cansado, casi que lo vi con aburrimiento. Es como estar viviendo la temporada anterior, otra vez.
ResponderEliminarPor fin!
ResponderEliminarNunca me gusto esa pareja, eran muchos problemas...
Callie merece alguien mucho mejor que Arizona.