Parece que en Once Upon a Time han empezado a pisar el acelerador, pero aún con cautela, cosa que se agradece. Después de un capítulo tranquilo, de transición y sin mucha trascendencia, esta semana llega uno que si bien no avanza demasiado en trama, sí desvela grandes preguntas para el desarrollo de la temporada, empezando a mostrar el conflicto principal que envuelve a los personajes de Frozen.
Anna en este episodio brilla por su ausencia y los flashbacks se centran en el periodo tras su marcha de Arandelle, cuando Hans, acompañado de sus doce hermanos de las Islas del Sur, planean hacerse con el trono de Elsa encerrándola en la urna que más tarde será su prisión. Con ayuda de Kristoff consiguen llegan a la urna antes que la familia numerosa de Hans para descubrir que ésta no estaba vacía, sino que contenía a su desconocida tía, la Reina de las Nieves.
Mientras, en Storybrooke Marian poco a poco va congelándose a consecuencia de la magia de la hasta entonces desconocida Reina de las Nieves —que yo me pregunto, ¿nadie en todo el pueblo se ha dado cuenta de que esa mujer no estaba antes ahí?—, lo que provoca que el pueblo se rebele contra la recién llegada Elsa. Desconociendo esto, por un lado los Sheriff Charming y por otro Hook y la propia Elsa descubren de dónde viene ese segundo poder de hielo que desconocen, para descubrir lo que probablemente se convierta en un lío más de familia, que en este cuento ya se sabe que todos son parientes. A destacar la aparición de Will Sota Scarlett, quien no sabemos cómo ni por qué ha vuelto si en OUAT in Wonderland quedó tan feliz junto a su Anastasia. ¿La veremos también por Storybrooke o se tratará de un pequeño cameo como ya sabíamos que sería? No sé si estoy preparada para tanto bloody hell.
Un inciso, ¿alguien ha contado cuántas veces se ha dicho let it go y variantes en el capítulo? Exagerado, o es que ya busco cosas a lo Lost, todo es posible.
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