En estos convulsos tiempos en los que HBO ha dejado de ser competencia para
Netflix y todos los focos están en el Video On Demand, ¿cómo no vamos a abrazar
cualquier nueva plataforma que nos ofrezca series diferentes?
Hoy comentamos Red Oaks, que forma parte del último paquete de pilotos
que Amazon ha lanzado para ver la aceptación del público y si ordena
temporadas completas o no. Después de ver (y celebrar su greenlighting) Transparent y llevarme una de las más
gratas sorpresas que recuerdo en lo que a pilotos se refiere, esta tercera
tanda ya de tanteos de Amazon la he cogido con expectativas altas, y no me ha
decepcionado lo que he visto de momento. Empezamos.
¿Qué es Red Oaks? Una comedia situada en un club de campo a
mediados de los años 80 donde conocemos a David (Craig Roberts, Skins Fire), un chavalín que acaba de
entrar en la veintena y está ligeramente perdido en la vida. Su padre le quiere
imponer sus propios planes y él de momento se apaña con un trabajo de verano como
entrenador de tenis en lo que procrastina el decidir su futuro y en qué se
licencia.
En este club conocemos a una serie de secundarios que, pese a no ser
ninguna revelación, cuanto menos resultan simpaticones.
Empezamos por Nash, un tenista venido a menos si es que en algún momento fue
algo y que ahora se dedica a ser un buscavidas por el club. Luego nos presentan
a Karen, la sorprendentemente exuberante novia de David, monitora de aerobic y
todo un homenaje al estilo de la época. Y Wheeler, el aparcacoches fumeta feo
por fuera y tierno por dentro que aspira a cazar a la socorrista maciza.
Al mismo tiempo que conocemos el entorno laboral casi idílico de David, nos
adentran en su vida familiar. Su padre acaba de tener un susto del corazón y,
en lo que ve la luz blanca venir hacia él, le hace una serie de confesiones a
David del estilo “en el fondo quiero que
te guíes con el corazón y, por cierto, tu madre y yo compartimos el gusto por
las mujeres asiáticas”. Con esta madre, y cito textualmente, técnicamente bisexual,
me ganaron.
Este piloto vale más por el tono y
el ambiente que presenta que por los líos de faldas del club, que a primera
vista parecen ser el principal motor narrativo, especialmente cuando entra en
juego una misteriosa chica que vuelve loco a David, pese a tener ese monumento
por novia que no se lo cree el pobre ni en sus más húmedos sueños.
Sobre la trastienda, tiene como principal reclamo a Steven Soderbergh en la producción ejecutiva, que ahora mismo está
en todo lo alto por el revuelo que formó su The Knick, demostrando que no tiene limitación de género ninguna.
De Red Oaks, de momento, nos
quedamos con ese espíritu del ser joven
y vivir el momento sin pretensiones ni complicaciones, que es el mensaje
que recorre todo el episodio y lo hace tan fácilmente disfrutable.
Esperemos que Amazon conceda al menos una temporada completa para ver a
dónde pueden llegar. Sin haber visto el resto de pilotos y juzgando únicamente
por la calidad de éste, diría que tiene bastante
papeletas.
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