¡Cómo mejora la vida cuando volvemos a tener a los Braverman con nosotros! Parenthood ha regresado a la parrilla de la NBC para despedirse con una úlitma temporada de 13 capítulos en la que, seguro, intentarán hacernos llorar más de una vez. Aunque la serie viene de una tanda de episodios, la quinta, que desde luego no fue su mejor momento, personalmente tengo fe en que el equipo de guionistas encamine las cosas para darnos un final inolvidable. No se han ido y ya los echo de menos.
Decía el otro día Jason Katims (su showrunner) en una entrevista con Vulture que no iban a estar mucho tiempo preparando las tramas de este año, sino que los conflictos principales de la temporada iban a quedar claros desde el arranque. A no ser que Katims vaya de farol y nos espere una bomba a la vuelta de la esquina, las cosas no van a estar demasiado movidas para los protagonistas. Especialmente para Crosby y Jasmine, que en este episodio se dedican básicamente a ver a su hija dar sus primeros pasos.
El ciclo de la vida
Amber, en cambio, sí que va a estar ocupada con un embarazo que, por lo que parece, no estaba previsto. La sonrisa con la que iba a comprar el test en el final de la quinta temporada me hizo temer que la hija de Sarah hubiese intentado quedarse embarazada de Ryan a propósito, una idea que me ponía los pelos de punta. Eso sí, deseado o no, parece que la chica está dispuesta a quedárselo y sus escenas con Haddie han sido de lo mejor del capítulo. No sé durante cuántos episodios podrá aparecer Sarah Ramos en la serie, pero disfrutémosla mientras.
Sarah, que se entera al final del episodio del embarazo de su hija (impagable la cara de Lauren Graham), ha funcionado esta semana como personaje comparsa, llevándose a su padre de viaje improvisado a Las Vegas, donde Zeek tiene un episodio cardíaco. Se ha especulado mucho con la posibilidad de que esta última temporada esté marcada por la muerte de un personaje y, de ser cierto, el patriarca Braverman tiene todas las papeletas para estirar la pata. Sobrevivir al primer episodio es buena señal, y puede que estén jugando con nosotros lanzando pistas falsas, pero no confío mucho en su suerte.
Como Adam estaba demasiado ocupado acudiendo al rescate de su hermana (porque como todos sabemos, él es el único capacitado para hablar con un médico), “Vegas” no le ha dedicado mucho tiempo a la espantosa trama del colegio que él y su mujer acaban de inaugurar. Ambos han tratado de hacer entender a Max (que no quiere estudiar allí) que será un colegio maravilloso en el que todos los niños serán felices y nadie se meterá con él. Porque, ¿cómo no va a serlo si lo dirigen Adam y Kristina? Admiro su entusiasmo y sus buenas intenciones pero, como siempre, me irrita un poco su condescendencia, sobre todo porque aún no han demostrado nada.
En el aire
La separación de Joel y Julia, que comenzó de forma bastante forzada, acabó siendo lo mejor de la pasada temporada, permitiendo que ambos personajes sacaran a relucir conflictos del pasado que de un modo u otro tenían que tratarse. Aunque nos despedimos de ellos en positivo, la cuestión aún está en el aire y Julia parece haber rehecho su vida justo cuando Joel está dispuesto a recuperarla. Hemos visto demasiada televisión como para no saber cómo va a acabar esto, pero también es cierto que Parenthood nos ha sorprendido en el pasado con el cierre de algunas tramas. ¿Será esta una de ellas? Sea como sea, disfrutaré sufriendo mientras dure.
La revelación de que podría tener Asperger convirtió a Hank en otro de los grandes personajes de la quinta temporada. Tener que tratar con su hija adolescente más a menudo puede ser, dada su condición, más interesante que las otras mil veces que hemos visto esta trama, y aún está por ver si afectará de algún modo a su relación con Sarah. De momento, es pronto para opinar.
Notas al margen:
- “Bob Little is a jerk”. La capacidad de los guionistas para seguir lanzando puyas a un personaje que ya no está en la serie y cuyo mayor delito fue tener relaciones consentidas con Amber me fascina.
- No me diréis que no es un alivio ver a Betsy Brandt haciendo de persona mentalmente sana tras su personaje en Masters of Sex. Y, por la trama de Hank, parece que la veremos en algún episodio más.
- Con lo poco que le cuesta a esta familia sacar un par de días libres para hacer un road trip masivo, no se entiende que Sarah se quede a su padre para ella sola en su cumpleaños. ¡Qué egoísta por su parte!
- Natalie ha dejado atrás el pasivo-agresivismo y ahora vuelve a ser una chica maja que ayuda a los tíos de su novio a pintar su nuevo colegio. Uno no entra en el clan Braverman sin hacer méritos.
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