Switched at Birth se estrenó hace ya tres años y aunque al principio parecía un drama-culebrón digno de película de sobremesa, lo cierto es que en seguida se convirtió en una serie muy digna y tremendamente infravalorada.
Esta tercera temporada, estrenada a principios de año, ha sido sin duda la más dramática y ha continuado ofreciendo todos los ingredientes que nos gustaban de ella. El tema de la sordera ha estado menos presente este año (al menos comparado con la segunda temporada, que se centró bastante en el enfrentamiento entre alumnos sordos y no-sordos) y en cambio ha sido un año difícil en cuanto a relaciones familiares.
Pre-Angelo
Daphne se pasó la primera parte de la temporada trabajando en una clínica como parte de su castigo por el chantaje al político. Nada nuevo por parte de Daphne: nuevos chicos, nuevos futuros. Allí conoció a dos chicos con los que vivió un breve triángulo amoroso y, por cuarta o quinta vez en la serie, descubrió su nueva vocación: ser médico.
Bay, en cambio, empezó a asistir a una clase de arte en la universidad y conoció a Tank, un universitario de gran corazón con el que empezó a salir, a pesar de que al principio no se sentía muy atraída por él.
Kathryn pasó por una mala época pero se recuperó al hacerse amiga de Renzo en unas clases de baile. Además, Ella y John sufrieron una pequeña crisis cuando la madre de Nikki (mujer de Toby) le besó y las cosas se complicaron, aunque todo terminó bien para la pareja. Regina empezó a trabajar en nuevo proyecto en el East Riverside con su nuevo jefe Wes, y su relación con Angelo atravesaba un momento complicado.
Por su parte, Emmet comenzó una relación con una chica via internet, aunque al final él y Bay descubrieron que todo era una broma pesada de otro alumno llamado Matthew (que al final resultó estar enamorado de Emmett). Tras darse cuenta de que había estado muy celosa y que todavía seguía enamorada de él, Bay y Emmett se acostaron juntos por primera vez y ella tuvo que romper con Tank, sintiéndose culpable por haberle puesto los cuernos pero feliz de superar por fin el engaño de Emmett y poder hacer borrón y cuenta nueva.
La tragedia
En un giro dramático de los acontecimientos, Angelo sufrió un accidente de coche por culpa de un aneurisma después de discutir con Regina. A partir de ese episodio, asistimos al periodo de duelo de los demás personajes.
Post-Angelo
Tras la muerte de Angelo (quien ¡por fin! se había decidido a aprender ASL), Bay se preocupó por la posibilidad de sufrir un aneurisma —que resultó ser una falsa alarma— y temió por su futuro académico, ya que no pudo entrar en la escuela de arte que pretendía. Junto con Emmett, decidieron irse a Los Ángeles mientras él estudiaba en la escuela de cine que había sido admitido.
Por otra parte, Daphne fue la que peor llevó el asunto, culpando a Regina de la muerte de Angelo y entrando en un espiral de rebeldía, drogas e irresponsabilidades que la llevaron a vandalizar el proyecto Riverside y olvidarse de sus aspiraciones médicas (¿qué será lo próximo, Daphne?)
En los últimos episodios, las chicas se graduaron del instituto, que cerraba para siempre, Bay y Emmett seguían más enamorados que nunca y Daphne se enfrentaba a tres años de cárcel por su incidente con la empresa de Regina y Wes.
Sin embargo, al final del último episodio, Bay decidió entregarse y sufrir ella las consecuencias para evitar que su hermana terminara en prisión, puesto que ella no tenía antecedentes. Esto significa, una vez más, que Daphne es un ser de lo más egoísta y poco consecuente y Bay continúa siendo la mejor hermana, persona y novia del mundo.
Los guionistas odian mucho a Daphne, y se nota.
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