Selfie: la lluvia en el Instagram es una pura maravilla

ABC nos quitó Suburgatory, pero nos ha dado Selfie y va a hacer el apaño. Emily Kapnek, creadora de ambas, se mantiene en la plantilla de la cadena y nos trae esta comedia de la que ya hemos podido ver el piloto antes de su estreno oficial el próximo 30 de septiembre.

¿Qué es Selfie? Además del principal pasatiempo de una adolescente con cámara frontal, es la adaptación de My Fair Lady a la era de las redes social. Karen Gillan, la que interpretase a la primera companion del undécimo Doctor Who, se mete en el papel de una ex-patito feo que tras un makeover más que satisfactorio es toda una estrella del Facebook, del Twitter y de lo que le instalen en el iPhone.

Eliza Dooley (Gillan) es de esos personajes superficiales, egocéntricos, narcisistas hasta decir basta y con cero aptitud social cuando no hay una foto de por medio. Si te la encuentras en la vida real la escupirías en un ojo cada vez que te la cruzases por la oficina, pero en ficción hay que adorarla. #TotalDiva

Tras un varapalo emocional y un incidente un tanto escatológico en un avión, recurre a Henry (John Cho), un Mr. Right de manual de los que viven una vida en constante control y sin ningún tipo de riesgo que ponga en peligro su corrección. ¿Para qué? Para que le enseñe a volver a ser una persona y no un apéndice con tacones que pasea un teléfono móvil.

Aquí empieza la acción. Realmente el reformar socialmente a Eliza no tiene pinta de ser más que el hilo conductor base de la serie. La excusa, vaya. Donde realmente se recrean los guionistas, al menos durante el piloto, es en la absoluta frivolidad de Eliza en todas las dimensiones de su persona. En el trabajo, en la amistad, en las relaciones… Menos en la red. Eso ya es algo serio.

Selfie está muy bien escrita. Es un humor con alguna que otra dosis de mala baba que realmente te puede hacer reir (no como otras sitcoms más simples que el mecanismo de un chupete que hemos visto este verano) y con unos personajes mayoritariamente convincentes. Algún fallo tiene, eso sí. El momento moralina cuando es realmente constructivo y no tiene como propósito arrancar la carcajada chirría. Pero de los 26 minutos del piloto, ésa puede ser la única escena que desentone.

En general: buena idea, buena ejecución y buen piloto. Más que recomendada para aquellos que no vivan en una cueva, hayan pasado del MSN y sean capaces de apreciar que una serie incluya un set de gifs en mitad de la escena. Touché absoluto con eso último. Para ver si se convierte en una de las comedias del año tendremos que esperar unas pocas semanas, pero de momento la veo una firme candidata. Like para Selfie.