Ni más ni menos, en este artículo vamos a intentar desvelar uno de los grandes misterios de la historia de la televisión: ¿por qué iba a tener éxito una serie como esta? Los whovian, así se hacen llamar los fans de Doctor Who, son seres únicos; tienen la habitación llena de merchandising de la serie, su tono de llamada es una canción psicodélica de otra galaxia y hay gente que incluso se disfraza para ver los nuevos episodios.
Para todos aquellos que os preguntáis —con mayor o menor interés— cuál es el argumento de Doctor Who porque no tenéis amigos fans que os persiguen hasta el baño para daros la tabarra para que veáis la serie, aquí os lo dejo:
El Doctor es un extraterrestre con dos corazones y forma humanoide que viaja con su acompañante o companion (un humano, y la mayoría de las veces mujer) a lo largo del tiempo y el espacio, y salva al mundo prácticamente en cada capítulo ante terribles amenazas alienígenas.
Las reacciones al argumento siempre son dignas de ver.
Pero volviendo al tema, una serie puede gustarnos por diversas razones, y yo voy a centrarme en dos: los personajes y las historias. Empezaré con lo segundo porque creo que así quedará más chulo.
Stephen Moffat es el guionista “jefe”, por así decirlo. Ha escrito muchos de los capítulos de las últimas temporadas y suelen pasearlo como a un perrito por las convenciones frikis que se hacen por todo el planeta, al estilo de George R. R. Martin. También es el guionista de la famosa serie Sherlock. Bajo su mandato, la serie siempre toma giros insospechados y juega con los sentimientos y emociones de sus espectadores como si estos se encontrasen en una montaña rusa. Parece que tiene un número ilimitado de historias y las conversaciones, por su calidad y los toques de humor, suelen ser memorables.
Los personajes principales nos demuestran lo mejor de la condición humana y los villanos son una obra maestra; los míticos daleks, que no han cambiado desde que se estrenó la serie hace cincuenta años, y los ángeles llorosos, que son en mi opinión los villanos perfectos, forman entre otros muchos el vasto universo de Doctor Who, que no atiende a edades y que se ha convertido en una parte importante de la cultura de la televisión.
Y por último, no tengáis miedo de los fans. Hace tiempo eran como vosotros, hasta que un día otras personas les contaron el argumento y se negaron durante meses a ver la serie. Al final lo hicieron, seguramente por aburrimiento, y ahora tienen dos camisetas de Doctor Who, fueron al cine el 23 de agosto a ver el estreno de la nueva temporada y tienen una Tardis en su escritorio, al estilo de Craig Ferguson.
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