El 12 de agosto, tras casi un año y medio de espera, se estrena la segunda temporada
de Please Like Me. Pocos conocen esta
pequeña y brillante comedia australiana, pero para celebrar su retorno y ya de
paso su renovación por una tercera temporada, aquí tenéis nuestras cinco
razones para verla.
Please Like Me consta de seis episodios de 28 minutos que
comienzan tras la ruptura de una pareja
porque la novia no puede seguir ignorando la homosexualidad del novio. A
partir de ahí comenzamos a seguir la vida del susodicho, Josh, en lo que poco a poco va saliendo
de su cómodo estado de negación absoluta.
1. La vida misma como premisa
En los últimos años se ha puesto de moda eso de la temática slice
of life. Básicamente se trata de una ausencia de conflicto como tal y
la serie consiste en la experiencia mundana, así como una especial atención por
la psicología del personaje. El ejemplo más claro de este movimiento es Girls, con la que Please Like Me comparte más de un parecido.
2. Una serie de autor
Al igual que Lena Dunham hizo cuando se declaró voz de la generación con Girls, Josh Thomas, un joven cómico
australiano, se ha construido una serie a su medida. Él escribe, produce y protagoniza todos los episodios. ¿Y qué nos
encontramos? Con un personaje principal al que ni se molesta en cambiar el
nombre y que te pone tan nervioso como Hannah Horvath.
El Josh personaje es egoísta, insensible, con una enervante carencia de
ambición e impulso. Él se deja llevar. ¿Su novia le deja? Pues vale. ¿Su madre
intenta suicidarse? Pues vaya. ¿Encuentra un pedazo de maromo (porque si te
escribes una serie, no te vas a meter en la cama con uno feo) perfecto nivel:
faltarle únicamente el caballo para protagonizar un cuento de Disney? Pues muy bien. Es absolutamente decadente y pasivo ante todo.
3. La desestabilidad general
Pese a que el papel troncal de Josh en la serie es indiscutible, el resto
de personajes están igual de impregnados por ese halo de inconsistencia vital, desde sus amigos de toda su vida hasta sus
padres. La trama de la salida del armario de Josh y sus bandazos por el gremio
homosexual se entrelaza con la depresión severa de su madre, su padre con una
novia tailandesa que no le respeta lo más mínimo, los líos de faldas de su ya
ex novia y la relación de sometimiento total que su mejor amigo mantiene con
una chica que es todo un elemento.
4. Humor del pueblo, pero con clase
Hablamos de la cotidianidad en el tono que mantiene la serie. Para nada nos encontramos ante un humor básico y simplón de “caca, culo, picha y marica”.
Josh se las ingenia para hacer reír en base
a lo que a cualquiera nos podría pasar, sin tener que escribir
circunstancias surrealistas ni nada histriónico. En los guiones vemos como
claramente se vale de la incomodidad y del ridículo más que de la gracia y el
chiste fácil. Y funciona de verdad.
5. El drama
Como en todo slice of life que se
precie, la crudeza no se puede excluir, especialmente los aspectos duros que te
fuerzan a contener una lágrima inesperada tras la carcajada de antes. El choque
con uno mismo, la depresión, la muerte… Momentos de contraste en los que no
puedes evitar preguntarte por qué las
cosas tienen que truncarse siempre.
Dicho lo cual, si tenéis tres horitas libres y queréis reiros, emocionaros y ver una pequeña y desconocida joya, aquí tenéis vuestro plan perfecto.
Muy buena noticia! Llevo semanas buscando información sobre cuando estrenaban la segunda temporada de esta serie y me entero gracias a vosotros. Felicidades por el trabajo que hacéis!
ResponderEliminardonde puedo verla online subtitulada?
ResponderEliminarGracias por recordarme de esta serie! Vi la primera hace mucho y pensé que ya no tendría segunda temporada
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