Aunque no se trate de la
revelación de la temporada, Silicon Valley me ha gustado hasta el final. Su
humor naif, las alusiones al universo geek y las mofas sobre el tecno-imperio erigido en Palo Alto son geniales. Además, el cast me ha dado gratas sorpresas,
sobre todo con Zach Woods, el actor secundario que da vida al larguirucho
experto en gestión empresarial Jared, quien se une al equipo de Pied Piper al
abandonar a su jefe Gavin Belson, CEO del gigante Hulu, una empresa que guarda
sospechosos parecidos con Google.
Según avanzaba la temporada, el
personaje de Jared, si bien un secundario, ha ido robando planos a sus
compañeros, protagonizando escenas hilarantes como la del coche sin piloto o la
de la espontánea y psicótica encuesta callejera en el último episodio. Zach
Woods ha estado muy presente a lo largo de los últimos años en varias series de
televisión, ya sea con personajes estables, como en The Office o Veep, o a
través de colaboraciones esporádicas en The Good Wife o Arrested Development.
En el cine, se le ha visto en In the Loop y alguna que otra comedia tonta de
Hollywood. Eso sí, esperemos que no se encasille en papeles de rarito,
informático o introvertido, los que más ha encarnado hasta el momento.
Otro personaje que ha eclipsado
en ocasiones a los protagonistas de Silicon Valley es el de Peter Gregory,
mecenas del proyecto de Richard, el programador protagonista de la serie de
HBO. Gregory, interpretado por Christopher Evan Welch, es una especie de
moderno Steve Jobs, excéntrico e infantil en ocasiones, quien no duda en salir
vestido de emperador romano en una de sus multitudinarias fiestas, pero luego
no es capaz de pronunciar más de una frase en público. La reveladora escena con
las hamburguesas y las semillas de sésamo es otro de sus momentos más grandiosos de la temporada.
Lo que sí se echa en falta en el
show es una mayor presencia femenina, si bien, todos sabemos que Silicon Valley
es un lugar dominado por hombres. Aun así, a ver si los guionistas nos
sorprenden con un gran personaje femenino para la segunda temporada.
En cuanto al último episodio, en
él, el grupo de programadores de Pied Piper, cuyo algoritmo de compresión de
audio y vídeo parece ser revolucionario, acude a una feria tecnológica llena de
inversores a presentar su proyecto, no sin encontrarse que la empresa en la que
antes trabajaban les ha robado la idea de la forma más vil. Hay una escena que
destaca sobre todas las demás, donde los colegas del protagonista se enfrascan
en hacer cálculos sobre cómo masturbar al jurado y asistentes de la forma más
eficiente posible como única vía posible para ganar el certamen (¿WTF?). Al final,
no sin varios percances, el grupo de informáticos saldrá bien parado, lo que
augura un prometedor horizonte de nuevos enredos de cara a la segunda temporada
de la serie.
Para terminar, os dejo un
reportaje sobre el ‘Hacker Hostel’, la peculiar casa en la que viven los
protagonistas de la serie, un vídeo en el que los actores realizan un tour por
los decorados más destacados.
Después de haber leído cosas buenas y malas me ha sorprendido muy gratamente. No sorprende pero dja un buen sabor de boca y los capítulos pasan volando.
ResponderEliminarA ver que tal evoluciona y sí aguantan las temporadas.