Nuevo episodio de los doctores de Seattle, y debo decir que el episodio ha mejorado respecto al de la semana anterior, pero sin duda lo que ha hecho mejorar ha sido la trama de Callie y Arizona. No quiero decir que el resto de tramas hayan estado mal, que no ha sido así, sino que esa trama en especial ha sido la que ha subido el listón. Buenas dosis de drama y unas tramas disfrutables para nuestro deleite.
Un Mal Día
En este episodio hemos podido comprobar que las cosas siempre pueden ir a peor, y si no que se lo digan a Callie. Todo comienza cuando Recursos Humanos quiere reunirse con Arizona para hacerle unas preguntas. Como ya sabíamos, la queja que tanta polémica ha causado la puso Leah para ayudar a su amiga, aunque movida por su cortísima relación con Arizona. En la reunión, Arizona responde unas breves preguntas antes de saber que la queja no estaba dirigida a ella sino a Callie. Cuando Arizona rompió su corta relación con Leah para volver con Callie, esta se comportó de una forma poco profesional con Leah. Por lo tanto, Recursos Humanos se reunirá con Callie para comentarle que su comportamiento le ha llevado a que se le abra un expediente. Por supuesto, quien pagará el mal humor será Arizona por no sólo haberle sido infiel, sino también por haber contribuido a que Leah tomase esa decisión.
Para colmo, una paciente tiene una malformación en las piernas y llevan años intentando arreglárselas pero la niña sigue sufriendo dolores. La niña lo tiene claro: quiere que le amputen las piernas, a lo que su padre y Callie se niegan, pero Arizona –que habla desde la experiencia– apoyará a la niña lo que avivará más el fuego. Por último, Callie recibirá otra mala noticia y es que debido a que Derek está trabajando ahora para la Casa Blanca, ella no podrá usar los sensores para la investigación conjunta. Es decir, Callie recibe palos por todos los lados, lo que hace que estalle al llegar a casa. Arizona, llorando le explica que desde que perdió la pierna ha intentado descubrir quién es ahora, y por eso ha actuado así, y ahora que lo ha descubierto no quiere perder a la persona que ama. Esas palabras hacen mella en Callie, que ya más tranquila logra limar asperezas con su mujer.
Consecuencias

Derribos

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