Si Hitting The Fan fue el momento cumbre de la temporada, la serie, y casi del mundo entero, The Next Day es lo que está por venir después de que la guerra fuera declarada. Es una muestra de todo lo que nos espera, cuarenta y tres minutos de impredecible futuro, de incontrolada mala leche y sobre todo, de juego sucio. Ambos bandos han decidido fijar como objetivo propio hundir al contrario, pero lejos de hacerlo de una manera respetable, han optado por la humillación y las travesuras dignas de un crío de pocos años con mucho talento y sobre todo, dinero y poder.
Esa es una de las pocas razones que justifica el comportamiento de un desatado Will. Lejos de acobardarse y dejarse pisar, ha optado por ponerle la zancadilla a Florrick & Agos de todas las maneras posibles, enzarzándose en una sucia pelea de patio de colegio. Lejos de empatizar con él, discrepo en la mayoría de los pasos que da, y sobre todo, en la actitud que demuestra hacia todo. "Avanzar y destrozar" podría ser el lema a poner en su ensangrentado estandarte. Con una energía desorbitada que le lleva a comportarse como un adolescente traicionado. Junto a él estarán David Lee, y cómo no, la inseparable Diane, que volverá al campo de batalla una vez más.
La polémica está servida cuando en mitad del que sería el último juicio de Diane, antes de prepararse para ser Juez Suprema, la demandante opta por que la defensa la lleve mejor Alicia Florrick. Humillada y sobre todo, con el orgullo muy dolido, volverá al bufete, donde al darle la mala noticia a Will, este comenzará la batalla de la semana. Así es como empieza la lucha por los ficheros del caso, pertenecientes a Lockhart & Gardner, pero ahora necesitados por Florrick & Agos. Un continuo desfile de malas maneras y puñaladas traperas donde las haya. Las miradas entre Will y Alicia lo dicen todo. Y por favor, que no nos falten nunca los mordaces comentarios de David Lee, uno de los mejores secundarios sin duda.
La casa de Alicia se ha convertido en un bufete improvisado, donde abogados, familia y obreros coinciden día y noche. La mayor preocupación del recién estrenado bufete es encontrar unas oficinas, por lo que ante la interesante oferta de un bufete que acaba de separarse, la discusión entre socios está servida. Alicia lo ve cómo una oportunidad de crecer, además del espacio físico que necesitan urgentemente, pero Cary y compañía lo ven absurdo después de haber terminado con Lockhart & Gardner de esta manera.
En mitad de todo este lío, el caso de la semana trata sobre uno de los temas más polémicos en EEUU: las armas. Las demandas a las empresas armamentísticas siempre resultan interesantes, a la par que muy difíciles de ganar, así como todas las complejidades que implica esto en un país como EEUU, donde están socialmente aceptadas. Un chivatazo alertará a Alicia de que uno de los mejores expertos en balística podría tener la pista clave para ganar el caso, el marido de Diane. Sabiendo que Kurt por encima de todo adora la justicia, Alicia jugará esta carta y convencerá al técnico de hacer lo correcto. Algo que no le sienta demasiado bien a Diane.
Asimismo, Ms. Garbanza ronda a Alicia como una pesadísima mosca, ávida de descubrir si Peter está haciendo lo que no debería hacer: proporcionarle una actitud de favoritismo a su mujer. Las maneras de la profesional de la ética le molestarán a Alicia, quien niega en rotundo haber utilizado a su marido para sus propios fines. Sinceramente, si Peter decide meterse de lleno en la pelea de su esposa, va a salir muy mal parado. Ya lo viene anunciando Ms. Garbanza.
Entre pullas y malas contestaciones, la demandante se cansará de esperar por los ficheros, y optará otra vez por decidirse por Lockhart & Gardner. Además, Will se encarga personalmente de que Alicia y compañía no encuentren oficinas, al menos a corto plazo. Diane finalmente recibe la noticia que todos sabíamos que recibiría de Peter Florrick, que no será Juez Supremo. Dolida, le pedirá sopitas a Will, quien la acogerá en su bando con la promesa de hacer todo lo posible por destruir al contrario, a Bill and Hillary on steroids.
Por lo visto, Florrick & Agos han recibido su primera derrota, después de que en el capítulo anterior se salieran con a suya gracias a la ayuda del gobernador. Por ahora van empatados, pero todavía queda mucha guerra por delante, y para todos aquellos que esperamos los lunes con una ansiada felicidad, estoy más que convencida de que lo que queda de temporada va a ser épico. ¿Preparados para la batalla?
Nunca me cayó simpático el personaje de Will pero en esta temporada va camino de convertirse en el "supervillano" que en otras temporadas fue para Glenn Childs o para (la insoportable) Wendy Scott Carr. Con los mismo mimbres de playboy adicto al trabajo que en otras temporadas servían para componer el personaje de un "cabroncete" simpático ahora les sirve para hacerlo odioso. Han cambiado hasta la manera de meterlo en el plano ya que he observado que usan mucho el recurso de sacarlo en contrapicado. Por mí estupendo porque como he dicho, nunca fue santo de mi devoción aunque creo que lo están haciendo de manera bastante brusca.
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