Octavo episodio para este drama médico que tanto nos gusta. El episodio no ha estado nada mal; las tramas poco a poco avanzan y nos dan grandes escenas como la escena final de Meredith y Cristina. Y ya que menciono a ambas, no me gusta la dirección que está tomando su amistad. Podría ser el único “pero” que le encuentro a la temporada; sabiendo que es la última para Cristina, todo parece indicar que el motivo de su salida será que su amistad con Meredith ha muerto. El resto de tramas las veo bastante correctas con algún que otro bajón, pero en definitiva, el resultado es positivo.
La Impresora de la Discordia
Meredith se ha puesto manos a la obra en su investigación sobre imprimir modelos en 3D para la posterior utilización médica. El primer intento aunque para ella es un gran paso, todo el mundo lo ve como una pérdida de tiempo, y es que Meredith ha creado un tenedor. El proceso es largo y Meredith se propone a crear un hígado. Cristina le apoya en todo momento felicitándole, pero a cambio, Cristina sólo recibe desprecios de su amiga. El problema viene cuando un paciente de Cristina –un bebé– está rechazando un trasplante. Ross leerá un artículo que dice que en Japón están creando impresiones en 3D con células del paciente para que no rechace el trasplante. En un principio, Cristina se negará a usar la impresora de Meredith porque si se detiene el proceso, se estropea, y Meredith está a la mitad del proceso del hígado. Tras la insistencia de Ross, Cristina accede a pedirle la impresora para su paciente y Meredith no sólo se niega sino que lo hace de malas maneras. La crisis en su amistad, afecta también a su trabajo, ya que Meredith inconscientemente fuerza las situaciones para demostrar que es una buena doctora, sin pensar que pone en peligro la vida de los pacientes. Pero si pensáis que el tema se ha acabado, no es así; antes de ir a casa, Meredith se pasa a ver el estado del hígado y descubre que Cristina y Ross están usando su impresora y el hígado está inservible a un lado.
Quiero Volver
Richard está más animado; su condición de maestro le ha hecho volver a tener una sonrisa en la cara. Entre consejo y consejo hacia los residentes, Richard les cuenta una y otra vez historias que le han sucedido en el mundo de la medicina. La paciente de la habitación contigua está harta de oír siempre las mismas historias, por eso se propone que cambie de repertorio entre paseo y paseo –cosa que debería hacer Richard pero se niega–. En uno de esos paseos, la mujer pierde la consciencia y Richard se ve obligado a levantarse y acudir a su ayuda. Richard consigue salvarla pero termina exhausto; esa acción hace que añore su trabajo y decida poner todo de su parte para mejorar y volver a su trabajo.
Obsesión
Bailey no está bien. Primero fue expulsada del caso de Richard, y segundo se llevó una decepción horrible cuando Ben le dijo que ha dejado su carrera para volver a casa, a su antiguo puesto, para estar con ella. Todo empieza con su insistencia de la existencia de un olor en la habitación de su hijo; olor que sólo ella percibe. En el trabajo se muestra distraída y cualquier cambio le molesta, y en plena cirugía tras crear complicaciones, se empeña en hacer procesos innecesarios. Ben sabe que Bailey no está bien, pero ella no acepta su ayuda. Al volver a casa, Bailey descubre que tenía razón en cuanto a lo del olor: su hijo había escondido comida, lo que hace que Miranda se reafirme en su posición sin darse cuenta de que le está perjudicando.
Entrevista de Trabajo
La nueva novia de Owen está pensando en ir a trabajar al Grey-Sloan Memorial Hospital, para ello, Callie se encargará de su entrevista de trabajo. La verdad que la entrevista es algo rara, y es que no está centrada en sus habilidades de trabajo, sino que está centrada en su vida personal. Callie está sacándole información a la mujer para ver si tiene futuro con Owen, además de preguntarle sobre su experiencia de trabajar con su ex. La entrevista dura mucho más de lo normal y consigue el trabajo, pero ella lo rechaza porque se da cuenta de que todos son amigos de Owen. Eso significaría que si por algún casual su relación acaba mal, todos se posicionarían del lado de Owen, y ella se quedaría sola. Aun así, su relación sigue adelante.
me parece que os cae muy bien Cristina y muy mal Meredith jajaja...
ResponderEliminaren mi opinión ambas son insoportables, aunque prácticamente siempre ha sido Cristina la que ha ninguneado a Meredith; pero ya que esta temporada es la última, Shonda podría hacer que no se fuera "de malas maneras"...aunque conociéndola no me sorprendería nada (desde accidentes a lo George hasta alguna bomba)
pd: me encanta vuestro el blog, seguid asi!
Para nada SMLauri, adoro a Meredith, lo que pasa es que Cristina es mi personaje favorito, sobre su rivalidad pienso que todo fue culpa de Cristina y el haber usado la impresora de Meredith a escondidas echando por tierra su trabajo...estuvo muy mal. Ahora también te digo que desde que empezó esta rivalidad, Meredith no ha parado de despreciar a Cristina. A mi parecer Cristina hizo mal en su momento, y ahora Meredith se comporta de forma infantil...la pena es que siendo la última temporada de Cristina esté siendo así...Gracias por pasarte, por comentar y que te guste el blog!!!! Es un placer
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