El introductorio primer capítulo de la quinta temporada de Parenthood introdujo unos cambios en la familia Braverman bastante inesperados y, en cierta medida, un poco bruscos. En este segundo capítulo han crecido las raíces plantadas en el capítulo anterior pero de manera mucho más suave, dando a entender cómo se va a desarrollar todo esta temporada para los Braverman.
Una trama que sí espero personalmente que quemen pronto es la del "niño celoso". Como ya sabemos, el gen Braverman lleva un componente de celos y envidia casi enfermizo y Jabbar lo tenía que sufrir como cualquier otro. Es aburrido seguir viendo cómo cada vez que hay un nuevo miembro en la familia, otro va empezar a lloriquear porque ya no es el centro de atención. Es cierto que la pequeña Aida es una bebé insoportable que no para de llorar como una desquiciada pero hemos visto tantas veces la historia del hermano celoso que, aunque Jabbar tenga parte de razón, es una trama que podrían haberse ahorrado porque es lo mismo de siempre.
Al mismo nivel de interés están Camille y Zeek, los patriarcas de la familia que son, curiosamente, los personajes peor desarrollados y menos interesantes de toda la serie. Es llamativo el poco cariño que despiertan estos dos personajes, tanto para los guionistas como para el público, en relación a los demás, todos mucho mejor escritos y con mejores evoluciones. Por ello, su aburrido dramón esta semana sobre irse o no de su casa de toda la vida también ha sido más que olvidable.
Sin embargo, Parenthood es una de cal y otra de arena. Mientras que lo anterior ha sido francamente mejorable, es imposible no emocionarse con el compromiso de Amber y Ryan. El drama es inevitable y sabemos que en el futuro algo malo va a pasar, así que, de momento, carpe diem, disfrutemos del momento y saboreemos las lágrimas ahora que son de felicidad. Además, hay que reconocer que es una alegría ver cómo Sarah ha sabido olvidar sus propios fracasos y apoyar a Amber para organizar la boda. Me alegro no tener que sufrir sus inseguridades una vez más. Por cierto, ¿Amber trabaja, Ryan trabaja? ¿De dónde van a sacar el dinero para montar un bodorrio Braverman?
La trama de Kristina y sus ansías por presentarse a alcaldesa es la que más dudas me produce. Según han dicho en el propio episodio en quedan solo dos meses para las elecciones y Kristina aparece de la nada, sin apenas experiencia previa, con el objetivo de ganar aunque apenas tiene equipo. Después de la difícil situación por la que pasó el año anterior es natural comprender sus ganas de hacer algo que le importe pero no me convence lo repentino de la situación. Además, se suman las inseguridades de Adam, preocupado por la posible recaída de su mujer por el creciente estrés al que se va a ver sometida. Hay que reconocer que son preocupaciones son legítimas pero debería aprender a mentir mejor y al menos hacer creer a Kristina que la apoya en su nueva aventura.
Por cierto, la jefa de gabinete de Kristina no es otra que Jurnee Smollett-Bell, otra antigua alumna de Friday Night Lights que se une a Parenthood.
Para terminar, en el apartado "sorpresas" es un placer que no hayan descartado a Hank tan pronto como parecía que iban a hacerlo. Es un personaje al que le he cogido mucho cariño y Ray Romano está francamente bien en su papel. Espero que lo veamos toda la temporada. Además, a Sarah no le vendría mal un poco de estabilidad emocional por un tiempo.
Un capítulo que en general me ha parecido mejor que el anterior aunque siga teniendo los mismos vicios de siempre. ¿A vosotros qué os ha parecido?
Parenthood. S05E02 Nipple Confiusion
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