Segunda semana para esta décima temporada de Grey’s Anatomy, y hay que decir que ha sido un capítulo muy disfrutable. Estamos ante un episodio dramático en el que sucede todo lo contrario de lo que en un principio crees, y eso, amigos, es típico de la serie. Evidentemente también tiene sus aspectos negativos, y en este caso es la repetitividad. Terapia de parejas y uno de los protagonistas en proceso lento de curación son temas que la serie ya ha utilizado en temporadas anteriores. A vosotros ¿qué os ha parecido este tercer episodio?. Por cierto, tengo que mencionar que el episodio de la semana que viene es el episodio número 200.
Pacientes
Aunque sea un hospital, todos sabemos que en realidad, los pacientes no son los protagonistas, pero aun así cada episodio tiene sus pacientes y hay que hablar de ellos. Esta semana tendremos dos pacientes al borde de la muerte. El primero es un joven que siendo un bebé necesitó un trasplante de corazón y al crecer necesita que le cambien las válvulas mitrales. El problema es que hay dos opciones, una de ellas es esperar a que encuentren otro corazón o arriesgar su vida en una operación para arreglar dichas válvulas. Los padres ante la posibilidad de que se les acabe el tiempo antes de encontrar un corazón nuevo deciden arriesgarse por la operación. Lo malo es que hay complicaciones durante la operación y tienen que cancelarla poniéndole en la lista de trasplantes.
La segunda paciente es una mujer que viendo un partido de baseball sufre el impacto de un trozo de madera al explotar el bate. El miedo ante su probable muerte, le hace prometer a Leah que le contará a su marido que le fue infiel con su hermano. Intentando extraer la madera del cuerpo –no sabemos si fue o no por culpa de April– la paciente muere, y aunque Callie obliga a Leah, al final es ella misma quien evita que le cuenten al marido la infidelidad.
Un Paciente Difícil
Hay un tercer paciente que traerá algunos quebraderos de cabeza a Shane, Meredith y Bailey. Se trata de Richard, que está recuperándose de la descarga eléctrica que sufrió por la tormenta, y es que Richard no puede comer pero se niega a que le alimenten a través de un tubo. Él se empeña en comer normal aunque le sea imposible y cada vez va a peor. Bailey –seguramente por culpabilidad– le complace en todas sus decisiones. Quien más se preocupa es Meredith que estando de baja por haber dado a luz, no para de llamar para saber cómo avanza. Aun así, Shane todavía se siente tan culpable por la muerte de Heather que se niega a perder a Richard y le convence de alimentarse por un tubo. Finalmente, sabemos la verdad de Richard; lo que parecía un enfado con Bailey es en realidad un enfado con Meredith ya que la nombró como familiar para que tomara decisiones objetivas dejando atrás los sentimientos. Richard prefería haber muerto.
Mala Organización
Continuamos descubriendo estragos que dejó la tormenta a su paso, y en este caso hay una sala del hospital totalmente destrozada. Eso provoca que tengan menos espacio y puedan atender a menos pacientes, pero ningún miembro de la junta quiere sacar tiempo para poner remedio. El peor es Jackson, que prefiere gastar el dinero que se necesita para arreglar el hospital en reconstruir la quemada cara a una paciente. Owen tras enfadarse y mentirle –bravo por él– le hace ver que se puede sacar dinero de otras operaciones para operar gratis a la pobre mujer, pero tienen que respetar el dinero que hay para otras cosas más importantes. Tras esta importante lección, consiguen que toda la junta se una y hablen para buscar una solución para arreglar el hospital.
Problemas de Pareja
Aquí hablaremos de varias parejas, aunque ya os imaginaréis de quienes hablamos. Callie y Arizona van de mal en peor, pero no será porque Arizona no quiera solucionarlo. Han decidido ir a terapia de pareja pero Callie no está muy convencida, y aunque termine rompiéndole el corazón a Arizona, no acude a la terapia. Cristina y Owen ya no son pareja, y ella sabe que tampoco pueden ser amigos, pero es más duro de lo que parece. Al trabajar juntos, un simple gesto o comentario puede sacarse de contexto y dar falsas esperanzas, por lo que Cristina encuentra una solución aunque duela a ambos: empezar a salir con otras personas. Y de la siguiente pareja, el problema no es que sea de amor, sino de sexo. Alex y Jo cada vez van mejor pero la muerte de Heather hace que sus compañeros se refugien en casa con Jo. Lo que sucede es que ambos están muriéndose por acostarse por primera vez pero ninguno de los dos dice nada, hasta que Jo se decide y echa al resto y zanja el tema del celibato.
Preocupada por los Resultados
Hace año y medio que nuestros protagonistas se enfrentaron al examen más importante de sus vidas y sólo hubo un suspenso: April. Desde entonces ha estado trabajando en el hospital sin mencionar que se iba a volver a presentar, hasta ahora que descubrimos que ya se ha presentado. Esta vez, April está más preocupada por los resultados, porque si aprueba puede echar la culpa de haber suspendido la primera vez a lo que sucedió con Jackson, pero si suspende, está claro que el problema es suyo. Jackson ha pasado de evitar a su antigua amante a apoyarle en este episodio, y es él quien le da la noticia: April ha aprobado.
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