El capítulo de Boardwalk Empire esta semana ha bajado un poco el ritmo en cuanto a espectacularidad y acontecimientos importantes pero, aun así, ha tenido cosas interesantes. Vamos a dar un paseo por Atlantic City…
La primera escena nos presenta el reencuentro entre Margaret y Nucky. Él la ha llamado para comunicarle la muerte de Eddie, pero la situación se vuelve muy incómoda pronto. Ambos, que hace poco compartían su vida, no han superado su relación y viven vidas totalmente paralelas. A destacar la desafortunada frase de Thompson, I wouldn’t put something alive in a box, que recuerda directamente la muerte de Owen Sleater, con el que Margaret tuvo un affaire.
La muerte de Eddie ha comprometido las investigaciones del Agente Knox, pues era su testigo principal y el único que había hablado. El oficial está dispuesto a destapar la trama ilegal, pero sigue sin pruebas que ayuden a construir el caso. Así que acude directamente a Eli y Mickey Doyle, que le encargan vaciar las cuentas de Eddie. Cuando le entrega el dinero, Eli rompe a llorar y Knox le da un pañuelo que el menor de los Thompson se queda mirando, ya que no hay rastro de “Knox” en la inscripción. ¿Habrá pillado Eli al agente doble?
Varias semanas de ausencia después, hemos vuelto a tener una ración de Richard Harrow. El militar visita a Tommy, el hijo de Jimmy Darmody, en la casa de Julia, donde lo dejó tras sacarlo del cuartel de Gyp Rosetti. El padre de Julia le desvela a éste que tiene cirrosis, y que no llegará a hacer un año más. Por lo tanto, Julia va a necesitar ayuda para cuidar de Tommy, porque no puede hacerlo sola. La cuestión es si Richard, que vive desplazándose a cada poco, se puede comprometer a cuidar del chico y vivir con ella.
Chalky ha seguido a vueltas con Daughter Maitland, la estrella que le impuso Narcisse. La cantante no está agusto y se lo hace saber a su jefe. Éste le echa en cara que su actitud está espantando clientes. Tras una fuerte discusión en la que Maitland amenaza con volver, ambos se lanzan al tema. Esta acción nos la intentan justificar los guionistas previamente, ya que nos muestran la insatisfacción de Chalky en su propia casa.
Tras la conversación con Margaret, Nucky se dirige a Tampa para cerrar el acuerdo de contrabando con Meyer y Luciano. Pero la situación ha cambiado, ya que el socio Tucker se encuentra desaparecido (muerto). Para contrarrestar la baja, McCoy les presenta a Petrucelli, que va a suplir la baja de Tucker. Petrucelli es primo de Joe Masseria, y se sorprende de que éste haya dejado a Luciano actuar por su cuenta. Esto hace que Charlie se quiera retirar del acuerdo, pero Meyer no lo hace. La sed de poder del judío es insaciable, y no va a desaprovechar esta gran oportunidad de hacer dinero.
Nucky se sincera ante Sally, la camarera del bar, y le confiesa que no sabe por qué continúa con lo que hace. Dice que ha intentado parar pero, simplemente, no puede. También se lamenta por la muerte de Eddie, que vivía para él y al que apenas conocía. Sally se harta de escuchar los lloriqueos de Nucky y le suelta un puñetazo. Comienza así una “pelea” entre ambos, que acaba igual que la de Chalky, en el tema. Cuando se vuelven a reunir, Nucky designa a Sally como su persona de confianza en Tampa, por encima de McCoy. Y a ti, ¿Qué te ha parecido el episodio?
Me gusta mucho como esta serie retoma los años 20 y la aprobación de la Ley seca como punto de partida de esta serie, creo que todo esto fue el complemento perfecto para que Atlantic City se volviera el lugar del pecado.
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