La semana
pasada pudimos ver cómo la segunda temporada de Baby Daddy llegaba a su fin. La
que empezó como una sitcom sin posibilidades de futuro debido a su simplicidad
y nada original argumento, terminó cambiando poco a poco consiguiendo una
segunda temporada. La pregunta es, ¿ha mejorado lo suficiente para merecerse
esta segunda temporada?. Habiendo visto ambas temporadas, me atrevería a
responder afirmativamente, ya que considero que la serie ha mejorado capítulo a
capítulo. Eso sí, el mérito no se lo lleva el protagonista, que lo único que
aporta es una cara bonita.
Aunque no
debería de ser así, el humor que aparece en la serie lo aportan –en su mayoría–
la madre y el amigo del personaje. Es curioso porque el resto de personajes son
los que se considerarían esenciales por formar el triángulo amoroso de la
serie. Aun así, esta segunda temporada nos ha traído buenos momentos cómicos
dejándonos con ganas de más. Y estamos de suerte ya que antes del estreno de
esta segunda temporada, ABC Family renovó la serie para una tercera temporada
que llegará a las pantallas el próximo verano. ¿Qué ha sucedido en esta
temporada?
El Triángulo
Amoroso
Aunque en
distintos momentos de la temporada podríamos llamarlo cuarteto amoroso, un
quinteto o incluso sexteto. En un principio, los integrantes de este triángulo
son ambos hermanos Wheeler y Riley, pero en esta temporada aparecen nuevos
personajes que distraerán a los miembros del triángulo. El primero en aparecer
es Matt Dallas (Kyle XY) que aparece en algunos episodios para robar el corazón
de Riley. Matt dio vida a Fitch, un joven solidario y altruista que se enamora
de nuestra rubia protagonista. Eso sí, todo lo que parecen ventajas terminan
siendo las causas de su ruptura con Riley, sin olvidarnos de lo que siente ella
por Ben.

Por último
pero no menos importante, en la serie también apareció Grace Phipps, a quien
recientemente vimos en The Vampire Diaries. Ella interpretó a la nueva pareja
de Ben, a quien conoció cuando se hizo pasar por gay para conseguir una plaza
en la guardería donde ella trabaja. Pero en este caso, su ruptura no es causada
por el amor hacia un tercero, sino por los constantes momentos de inmadurez de
Ben.

Los Eternos
Solteros
Los llamaré
así porque parece que su función es más de bufones que de encontrar el amor. Me
refiero a Tucker y a Bonnie, aunque algo de amor sí que han tenido por ambas
partes. Hay que mencionar que el personaje de Tucker está bastante maltratado;
es un personaje muy mal aprovechado que se ha mantenido estancado a lo largo de
los episodios. La única trama importante que ha protagonizado ha sido la breve
relación con su ex novia a la que Ben odia. Lo que salva a este personaje haciendo
que valga algo la pena es Bonnie. La madre de Danny y Ben es sin lugar a dudas
el mejor personaje de esta serie; un personaje que aunque no sea protagonista,
es uno de los que más evolución ha tenido. En esta temporada hemos visto a una
Bonnie –ocasionalmente– más madura que ha hecho buen equipo con Tucker. Se ha
mudado de casa al edificio de en frente del de los protagonistas y se ha unido
más a Riley y sus hijos. El amor no lo ha encontrado, eso sí, candidatos no
faltan, y si no que se lo digan al compañero de Danny.
En
definitiva, la segunda temporada de Baby Daddy mejora a la temporada anterior,
pero siendo realistas, Bonnie y Tucker son los que levantan la serie, ya que
sin ellos seguramente no habría existido esta segunda temporada. Los nuevos
personajes también han ayudado bastante, pero los personajes estrella que
aparecen ocasionalmente son también esenciales para la evolución de la serie.
Entre ellos, Greg Grunberg (Heroes) o Robert Gant (Queer As Folk) que dan vida
al padre de Ben y el novio de este. La nueva temporada se estrenará el próximo
verano y ya tenemos varios nombres para nuevos personajes, como Bruce Thomas
(Kyle XY) o Lucy Hale (Pretty Little Liars). Eso sí, esta segunda temporada no
ha llegado del todo a su fin: Baby Daddy volverá en Diciembre con un especial
navideño.
COMENTARIOS