La historia comienza con la salida de uno de los integrantes de la casa debido a un inesperado tiroteo. De este modo, y con el fin de suplir esa plaza vacante, llega un recién graduado en Quantico: Mike Warren (Aaron Tveit, Gossip Girl), el novato. El grupo al que se une es de lo más variopinto y lleno de todos los tópicos que suelen abundar en este tipo de series.
A la cabeza del grupo del FBI está el Agente Especial Paul Briggs (Daniel Sunjata, Rescue Me), al que en la agencia tildan de leyenda y héroe. A pesar de lo que pudiéramos imaginar Briggs dista mucho del típico agente cuadriculado al que le otorgan medallas. Aún así, ha dejado muy claro que su prioridad máxima es cuidar de sus chicos. Junto a él están Johnny Tuturro (Manny Montana, Cybergeddon), el agente simpático y gracioso (en todas las series tiene que haber uno) y Charlie López (Vanessa Ferlito, CSI: NY), el ingrediente femenino del FBI y que parece tener una química especial con nuestro novato.
Por otro lado están Dale "DJ" Jakes (Brandon Jay McLaren, The Killing) y Lauren Kincaid (Scottie Thompson, Trauma). El primero pertenece al ICE y se encarga de controlar las aduanas. A priori podría resultar un tipo duro, pero es fácil darse cuenta de que en el fondo es un buen tipo. En cuanto a ella, es la representante de la DEA en Graceland. Su compañero fue tiroteado y sacado de escena, por lo que ahora está "huérfana". Al contrario de Charlie, parece mantenerse siempre al margen del buenrollismo habitual en la casa.
Además, el pobre Warren tendrá un primer día bastante durillo, en el que tendrá que alternar clases de surf (así yo también me meto al FBI) y trapicheos de poca monta, en los que saldrá mal parado. Haciendo gala de toda su buena fe, no dudará en meterse en la boca del lobo para salvar a una familia. Pero las cosas se pondrán interesantes al final del capítulo, donde se desvela su verdadera misión: vigilar a Briggs. Por alguna razón que todavía desconocemos, el FBI quiere investigar al que antaño fuera uno de sus mejores hombres. ¿Quizás esta vida de mentiras y engaños se le haya ido de las manos? Todavía lo desconocemos. Pero podemos entrever un dilema moral en los ojos de Warren, que seguramente en los próximos capítulos verá como sus sentimientos de amistad hacia su superior y su verdadero cometido resultan bastante difíciles de compaginar.
Así se nos presenta Graceland, un paraíso californiano de infinitas playas y días soleados, en los que nuestro equipo de agentes tendrá que superar las adversidades del día a día. Por ahora, su mayor objetivo es una mafia rusa que controla parte del negocio local de las drogas y que fue la culpable del tiroteo de Donny. ¿Conseguirán desmontar esta red de narcotráfico? ¿Llegará Warren a descubrir el verdadero pasado de Briggs ? Lo averiguaremos en los próximos once capítulos que componen la primera temporada.
Por otro lado, el piloto nos sirve de precedente de lo que está por
llegar: 43 minutos de puro entretenimiento, pero nada más. No parece
arriesgarse mucho en este campo, en el que no duda en seguir la misma
fórmula que muchas de sus compañeras: acción con un toque de humor, pero
también los más que previsibles momentos de tensión y drama. Una pena
que no sepa, o no quiera, atreverse con un producto más arriesgado, algo
que pudiera resultar más llamativo y que la convirtiera en una serie notable. Aún así, la serie cumple con las expectativas del espectador,
que tampoco son demasiado altas.
Además, el pobre Warren tendrá un primer día bastante durillo, en el que tendrá que alternar clases de surf (así yo también me meto al FBI) y trapicheos de poca monta, en los que saldrá mal parado. Haciendo gala de toda su buena fe, no dudará en meterse en la boca del lobo para salvar a una familia. Pero las cosas se pondrán interesantes al final del capítulo, donde se desvela su verdadera misión: vigilar a Briggs. Por alguna razón que todavía desconocemos, el FBI quiere investigar al que antaño fuera uno de sus mejores hombres. ¿Quizás esta vida de mentiras y engaños se le haya ido de las manos? Todavía lo desconocemos. Pero podemos entrever un dilema moral en los ojos de Warren, que seguramente en los próximos capítulos verá como sus sentimientos de amistad hacia su superior y su verdadero cometido resultan bastante difíciles de compaginar.
Así se nos presenta Graceland, un paraíso californiano de infinitas playas y días soleados, en los que nuestro equipo de agentes tendrá que superar las adversidades del día a día. Por ahora, su mayor objetivo es una mafia rusa que controla parte del negocio local de las drogas y que fue la culpable del tiroteo de Donny. ¿Conseguirán desmontar esta red de narcotráfico? ¿Llegará Warren a descubrir el verdadero pasado de Briggs ? Lo averiguaremos en los próximos once capítulos que componen la primera temporada.
Es lo que tu dices... no arriesga nada pero cumple lo que se propone. El estilo veraniego puede ser lo único que me lleve a seguir con ella.
ResponderEliminarPues me ha gustado! Entretenida y los personajes me han molado también. Vale, y Aaron Tveit y Daniel Sunjata están de muy bien ver :)
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