El los upfronts del pasado año ya se anunciaba, pero este año su estreno se perdió entre otros papeles de la FOX tras varios cambios de reparto, guión y reducción de número de episodios. Finalmente el pasado lunes —aunque como ya es costumbre el piloto se filtró antes— se estrenaba la corta primera y posiblemente única temporada de The Goodwin Games, una serie que comparte creadores con How I Met Your Mother en la que incluso Neil Patrick Harris (Barney Stinson en la susodicha) se ha lanzado a dirigir un episodio.
Una vez FOX quedó lo suficientemente satisfecha para cubrir su vacío veraniego tras las finales, los próximos dos meses disfrutaremos de los siete episodios que compondrán la temporada, y por el tono que presenta el piloto, si está bien hecha, puede quedar una serie bastante maja y divertida de ver y recordar. El primer cambio gordo —además de la reducción desde los trece episodios previamente pactados— es el actor que encarna a uno de los tres hermanos Goodwin (T.J. Miller en vez de Jake Lacy, The Office), y tras ver el piloto y las promos antiguas, he de decir que me parece un acierto, por lo que voy a tener fe en que el resto de cosas también las han hecho bien, despacito y con buena letra.
La historia se centra en la familia Goodwin, tres hermanos que tras la muerte de su padre acuden a su funeral y descubren que su fortuna —de la cual no habían oído hablar— sólo tiene un heredero y han de jugársela según las reglas que el patriarca Goodwin ha dejado bien documentadas en múltiples cintas de vídeo, las cuales ellos no poseen. Una premisa divertida que se desarrolla, al menos en el piloto, estupendamente, y espero dé grandes momentos. ¿Quién no ha soñado con tener su propio juego personalizado?
Lo que no acaban de convencerme del todo son los hijos. Henry (Scott Foley, Felicity), el mayor, es el que tiene estudios, éxito y el ego subido; Chloe (Becki Newton, Ugly Betty), la mediana, es la trepa que va por el camino fácil una vez se vuelve popular; y Jimmy (T.J. Miller, Happy Endings), el pequeño, es el bala perdida, tonto del bote con buen corazón y que tiene una celda casi fija en prisión por sus múltiples estancias en la misma. Tres estereotipos que en este tipo de sitcom pueden funcional pero quitando a Jimmy, no me acaban de cuajar. Quizá la sobreactuación sea parte de la gracia pero a veces es algo excesiva, y sobre todo en el caso de Chloe, poco convincente. Sin embargo estas carencias probablemente sean perdonadas por la maravilla de personaje que parece será el difunto señor Goodwin, al cual veremos en sus peculiares cintas así como en los flashbacks que nos muestran que la familia Goodwin siempre fue mucho de juegos.
Y precisamente esto es lo que más tira de la serie, el juego en sí, porque es la mar de original y una versión divertida y familiar de Los Juegos del Hambre, sólo una ganará. A ver para qué dan estos siete capítulos, que yo esta serie la esperaba con ganas.
No pude ni acabar el piloto. Adiós.
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