Ante todo, disculpas por traer esta review tan tarde. Habiendo dicho esto, ya he quedado mejor que Saturday Night Live, que no ha pedido disculpas por cerrar una gran temporada con un capítulo tan insulso, plano y terriblemente mal interpretado. Esto último tampoco puede ser culpa entera del equipo, pues era de esperar que con Ben Affleck —al que ni siquiera su Oscar como Mejor Película de este año le hace convencerse de que su papel en la industria del cine debería estar siempre detrás, y nunca delante de las cámaras— el nivel iba a ser de principiante. Roza la vergüenza que un actor consagrado, que asistía al programa por nada menos que quinta vez, sea incapaz de recordar sus líneas, aguantarse la risa y, en general, demostrar un ápice de profesionalidad. Puede que porque ya no tuviera nada que demostrar — al fin y al cabo, muchos de los actores que pasan por SNL lo hacen como motivo de promoción de su nuevo trabajo, y el señor Affleck este año ya ha cumplido arrasando con Argo—, puede que porque su talento interpretativo sea sólo significativo en una obra teatral de instituto, o puede que por ambas cosas, su paso por el programa fue bochornoso, de principio a final. Au así, el programa era digno de visionado porque su clave de despedida iba más allá de su fin de temporada.
Live from New York, it's Saturday night!
Empezamos mal, muy mal. Con un opening speech más corto que lo habitual (lo más triste es que aún tenemos que dar gracias por ello), Ben Affleck tuvo que recurrir a su mujer, Jennifer Garner, para al menos dotar de entrañable su presencia. Porque no reprochamos para nada que esta sea una de las parejas más estables y envidiables del momento (resalto "del momento", que al fin y al cabo, esto es Hollywood). Esta bonita imagen se nos fue de la mente en cuanto empezamos a ver los primeros sketches (esta vez, ni siquiera los short films estuvieron a la altura).
"Ladies and gentlemen, Kanye West"
De nuevo volvemos a ver al rapero más controvertido en SNL. West, capaz de convertir en mainstream un estilo muy, MUY alternativo, capaz de ridiculizar a Taylor Swift en público para luego acabar compartiendo paternidad junto a la pedorra de Kim Kardashian, e incluso capaz de suprimir toda su habladuría soez para la televisión en abierto (aunque pude contar que se le escapó al menos un nigger) ofreció dos actuaciones desde luego no aptas para televidentes susceptibles de sufrir epilepsia. Como siempre, sin dejar indiferente.
"You're the President, I assumed you already knew how Breaking Bad ends"
"It's been alright. I've had a lovely night with you"
Tras el único sketch propiamente gracioso de la noche, el protagonizado por las ex-actrices porno reconvertidas en tele-vendedoras de productos de lujo, tuvimos el momento más emotivo de la noche: la original despedida de Fred Armisen. Aunque también se incluía la de Bill Hader, la actuación musical y el acompañamiento de varios músicos destacados, como Dinosaur Jr., y en especial de Carrie Brownstein, co-creadora junto a Armisen de Portlandia, indicaba que el número tenía más significado hacia el actor de Long Island.
Con la decisión de Jason Sudeikis aún en el aire, la salida confirmada de tres de los miembros del cast asegura mucho trabajo este verano para los responsables del programa. Todo un reajuste que confiamos resuelvan de excelente manera, tal como este año se han repuesto de forma magnífica de la salida de Kristen Wiig. La salida de Seth Meyers también presenta un reajuste en los guiones, algo que siempre viene bien. Sólo reivindicamos que cinco veces para Ben Affleck son más que suficientes. Nueva temporada, nuevo ciclo. Hasta entonces,
Stick around and we'll be right back!
La verdad es que ha sido un episodio flojo pero las "despedidas" me han gustado. Se van ¿cuatro? grandes de SNL...¿qué harán el año que viene? Desastre
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