Nashville, predecible pero efectiva

Como ya comentamos tras su estreno, Nashville era una de las series más esperadas esta temporada. Las críticas fueron buenas en su inicio y funcionó bastante bien, aunque su audiencia ha ido disminuyendo a lo largo de los capítulos, consiguiendo una renovación de todas maneras.

Durante su primera temporada, la serie ha tenido diversas tramas principales. Primero tenemos a Rayna (Connie Britton), quien tuvo que hacer frente a una nueva competidora en el panorama musical y a problemas con su marido, del que terminó divorciándose. Finalmente, Rayna decidió atreverse a empezar una relación con Deacon. Deacon, por su lado, navegó entre Rayna, Juliette y finalmente una veterinaria hasta acabar admitiendo que nunca podrá seguir adelante sin su gran amor. Todo se complica cuando sale a la luz que la hija mayor de Rayna es en realidad hija de Deacon y lleva ocultándoselo trece años...

Por otro lado, tenemos a Juliette (Hayden Pannettiere), quien me ha sorprendido gratamente con su interpretación y el desarrollo de su personaje. Juliette es en realidad una joven muy frágil que lo ha pasado muy mal en su infancia y por ello ahora es incapaz de establecer una relación estable con un buen hombre mientras intenta aceptar que su madre intente enmendar sus errores. Tras varios escarceos amorosos, Juliette cometió el error de acostarse con Dante, el "sober companion" de su madre, quien terminó haciéndole chantaje. 

En el último arco, están Scarlett, Gunnar y Jackson. Tras romper con Jackson después de que este la engañara, Scarlett empezó una relación con Gunnar, con quien terminó compartiendo piso. Sus carreras musicales tomaron caminos separados cuando Gunnar no apareció en una reunión porque estaba deprimido por la muerte de su hermano y Rayna decidió ofrecerle el trabajo a Scarlett en solitario. Mientras tanto, Gunnar se hizo amigo de su nuevo vecino, el chico malo Will Lexington, que terminó siendo gay.

Los dos últimos episodios tuvieron una fuerte carga dramática. La madre de Juliette decidió poner fin al sufrimiento de su pequeña y asesinó a Dante antes de suicidarse por sobredosis, destruyendo la cinta que ponía en peligro la —ya dañada— reputación de su hija. Por otro lado, la hija de Rayna descubrió quién era en realidad su padre y Deacon volvió a beber, terminando el capítulo con un accidente de coche en el que también iba la diva del country. Gunnar, arrepentido por todo lo que ha hecho últimamente, decidió arriesgarlo todo y pedirle matrimonio a una perpleja Scarlett.

Yo he quedado muy satisfecha con la primera temporada de Nashville. Desde luego no tiene nada especial y sus tramas han sido muy predecibles, pero ha conseguido enganchar y mantener el interés del espectador. Todo está muy calculado y bien hecho, las actrices hacen un buen trabajo y la música está a la altura.

Quizás he echado en falta más interacción entre las dos actrices personales, que pese a ser las protagonistas, apenas han tenido escenas juntas. ¿Tendremos más discusiones o una posible amistad en la segunda temporada? Un personaje del que me gustaría saber más es Deacon y es posible que obtengamos otra vertiente de él el próximo año, enfrentándose a su alcoholismo y la relación su hija.

Sin embargo, la trama de Gunnar, Scarlett e incluso Jackson debe mejorar, ya que hasta ahora ha sido la más floja de todas, principalmente por el poco atractivo de los personajes, quienes resultan bastante insulsos.

¿Qué opináis vosotros? ¿Os ha gustado la primera temporada?