Los hermanos Winchester han vuelto tras unas semanas de descanso para mostrarnos cómo acaba la temporada. La verdad es que el episodio me ha sorprendido gratamente, aunque la mayoría del mérito la tiene Charlie, como cada vez que sale en pantalla. Sigo diciendo que o bien deberían hacer un spin-off del personaje, o convertirlo en regular. Se agradece que hayan vuelto y no haya sido con el tema de los demonios, sino con un caso que al fin y al cabo es la esencia de la serie.
Licuados

Hablamos del caso de esta semana, y es que lo trae nada más y nada menos que Charlie.
El personaje freak de la serie ha vuelto a aparecer para llevarles a Dean y a Sam un nuevo caso, y es que ha aparecido un cadáver con una marca azul en el brazo y el interior del cuerpo totalmente licuado. Desde la última vez que apareció,
Charlie ha cambiado bastante: es más valiente, está obsesionada con el tema de la caza, y no duda en ayudar a los chicos. Lo malo es que Charlie acaba secuestrada cuando descubren a qué se enfrentan.
El culpable de las varias muertes es un tipo distinto de Djinn del que ya hemos visto alguna ocasión, pero en vez de alimentarse de la felicidad de la gente, lo hace del miedo. El Djinn secuestra a Charlie y le marca condenándola a la muerte, mientras Dean y Sam acudirán a su ayuda.
Videojuego

Los Djinn normalmente duermen a sus víctimas y les hace ver sus momentos más felices para alimentarse de ellos, pero
esta clase de Djinn lo que hace es que vean sus peores pesadillas. Y aunque parezca raro, la peor pesadilla de Charlie es un videojuego. Cuando tenía 12 años, consiguió
hackear un videojuego en fase de prueba y cambiarlo a su antojo, la policía consiguió seguirle el rastro y detenerla. Desde entonces su peor pesadilla es ser la protagonista del videojuego,
que trata sobre salvar a una persona de un hospital de unos soldados vampiros. Evidentemente, los hermanos acudirán a su ayuda y le proporcionarán el antídoto que no funcionará, y por eso,
Dean tendrá que meterse en sus sueños. El objetivo del videojuego es salvar a una persona de los vampiros, que pronto descubrirá que es su madre.
Charlie se siente culpable porque su madre está en coma porque tuvo un accidente —en el que el padre murió— yendo a recogerla de una fiesta de pijamas. No sólo estará su madre, sino que también está Sam, y es que al meterse Dean en sus sueños, su peor miedo también se verá reflejado. Para que Charlie despierte,
tendrá que ver que no fue su culpa y que debe dejar ir a su madre. Desde que entró en coma, Charlie ha estado donando dinero al hospital para mantenerla con vida. Una vez salvados de los dos Djinn —madre e hijo— Charlie toma la decisión de desconectar a su madre.
Enfermo
Si Sam ya estaba mal desde que pasó la primera prueba, al pasar la segunda su estado empeora de forma incontrolable. Se pasa demasiado tiempo durmiendo, no puede concentrarse, pierde práctica en algunas habilidades, etc. Sólo hay una persona más cabezota que Dean, y ese es Sam, mientras que el primero le pide que se quede a descansar en su guarida para mejorar, el segundo se niega y se empeña en participar en el caso. De ahí a que un Sam en coma aparezca reflejado en la pesadilla de Charlie. Pero si Charlie tiene que seguir adelante, Dean también, y termina aceptando que su hermano quiera participar para seguir adelante con la tercera prueba.
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