Ha llegado el momento, despedidos los Pond y presentada la nueva companion, Doctor Who arranca la segunda mitad de su séptima temporada con 8 episodios llenos de fantasía y drama. La primera parada nos deja una trama muy similar a otro de los éxitos del país. Black Mirror y sus miedos tecnológicos son un claro referente a la hora de enfrentarse a este "The Bells of Saint Jhon".
"Rycbar123"
El mundo moderno está conectado por una inmensa de redes invisibles que canalizan datos continuamente. Aprovechando la extensiva red de Wi-Fis en el Reino Unido, una misteriosa empresa comienza una cosecha de almas humanas. A través de las pantallas seleccionan a los sujetos para posteriormente succionar su personalidad y convertirla en un juguete manipulable. El Doctor se encuentra lejos de estos incidentes (otro lugar y otra época) y su tranquilidad se rompe con una llamada de teléfono Una joven pide ayuda para arreglar su conexión a Internet y esa chica es Clara Oswin Oswald, la chica dos veces muerta.
"Clara Oswald for the win, Oswin!"
La alegría inunda al Doctor al volver a ver a su última companion resucitada por tercera vez. Las dudas sobre su naturaleza siguen en el aire ya que la joven parece no recordar nada. El reencuentro no tarda en tornarse dramático cuando Clara es presa de la red wifi. Convencido de no perderla una tercera vez, el Doctor consigue liberarla de su cautiverio y juntos ponen un marcha un plan para encontrar la empresa oculta. El trance tecnológico deja en Clara un amplio conocimiento informático (similar al de la chica dalek). La investigación es un éxito y localizan la base secreta pero en el camino Oswin resulta presa de la red... otra vez.
“That wasn't a leaf, that was page one”
A bordo de su moto anti-gravitatoria, Eleven se cuela en las oficinas de la blackmirroriana empresa. Una tensa conversación unida a un twist ingenioso obligan a dar marcha atrás al plan conspiratoria y devolver las personalidades a sus respectivos cuerpos. Salvado el día, Clara y el Doctor encuentran la tranquilidad para hablar y decidir de una vez por todas comenzar un viaje por el espacio y el tiempo. Preparamos las maletas y nos disponemos a descubrir el secreto de la shuffle girl.
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No os voy a mentir, me ha parecido un regreso bastante flojo en comparación con el especial navideño. Nuestros protagonistas están fantásticos juntos y por separado, pero la trama no resulta amenazante en ningún momento. Moffat derrapa con un episodio algo atrofiado y con momentos bastante innecesarios (el avión). Doy por sentado que la semana que viene habré perdonado cualquier bache en la lustrosa carrera de Eleven. ¿Os ha convencido? ¿Ha sido un episodio torpe? ¿Volveremos a ver a la mente superior?
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