Las últimas semanas, Grey’s Anatomy nos está proporcionando episodios bastante dramáticos. Algo que se agradece porque nos recuerda lo que nos hizo enamorarnos de la serie. Desde hace unas cuantas semanas, supimos que en este episodio nos volveríamos a encontrar cara a cara con una desgracia de las que caracterizan a la serie. La verdad es que lo pintaron más dramático de lo que en realidad ha sido, pero hemos tenido algunas escenas bastante conmovedoras. Sin duda, la temporada va mejorando a cada capítulo.
Accidente
El eje central del episodio es un accidente de tráfico producido por un camión cisterna. Los pacientes vienen en dos oleadas, la primera cuando vuelca, y la segunda cuando más tarde explosiona. Aunque haya más pacientes, el episodio se centra en una familia y una mujer embarazada –de la que hablaremos más tarde–. La familia entera llega al hospital, el hijo es el más afortunado ya que no le sucede gran cosa, lo malo es que sus padres no están tan bien. El padre llega a rozar la muerte en una ocasión por daños cardiacos. En cuanto a la madre, llega con una contusión que le ha producido una hemorragia cerebral, produciendo una pérdida de memoria. Owen será quien esté todo el rato posible con el niño para que esté lo menos posible con la trabajadora social. Este paternalismo seguro que le va a traer algún quebradero de cabeza con Cristina, la cual se ocupa del padre. La familia consigue salir adelante.
Mi Hijo No Está Bien
Aunque haya un accidente, hay más pacientes en los hospitales, y Meredith se ocupará de un niño. Lleva varios días con fiebre y tiene un sarpullido. Todo indica que el niño sufre una faringitis, pero la madre –protectora e hipocondriaca a partes iguales– se empeña en que le sucede algo más. Todos sabemos que lo peor que puedes hacer es buscar en internet causas de lo que te sucede, y es lo que ha hecho la madre. Aunque se le trata para la faringitis, el niño cada vez empeora más, hasta que descubren que el resultado de la faringitis resultó ser un fallo. La hipocondría de la madre ha terminado por funcionar y el niño resulta que tiene la enfermedad de Kawasaki, y aunque tengan que operarle urgentemente, sale con éxito. Todo esto hace que Meredith le pida a Miranda que le haga el genoma –por el que tanto luchó en el episodio anterior– tanto a ella como a Zola; para saber lo que puede tener su hija, y saber si ella sufrirá Alzheimer.
La Duda de April
La doctora más insegura del hospital tiene una duda, y todo por la paciente de la que se encarga. Su paciente es la mujer embarazada del accidente, a la que tuvieron que sacar al bebé. Todo empieza cuando acude el marido de la paciente: April se entera de que el destino –o según ella Dios– les mostraba que estaban hechos el uno para el otro. Eso hace que April empiece a pensar si el destino quiere que esté con Matthew o con Jackson. Cuando su paciente muere, ella empieza a dudar de si el destino falla. La muerte de la paciente le afecta más de lo normal, y Jackson es quien está a su lado –Matthew está ingresado por unas heridas del accidente– y hay un momento en el que casi se besan. Al final se decanta por Matthew, pero no se le ve muy convencida. Es cuestión de episodios el que vuelva con el dueño del hospital.
El Discurso
El duro trabajo de Callie con los cartílagos tiene su recompensa, y es que le han ofrecido hacer un discurso sobre el tema. No hay que decir que es algo importante para todo médico, pero las inseguridades y miedos se apoderan de ella. El accidente ocupa totalmente su tiempo hasta el punto en que no puede darlo a tiempo. Además, un comentario poco afortunado de Arizona hace que los ánimos de Calliope bajen más todavía. Pero Arizona y Richard lo solucionan al conseguir que Callie dé el discurso por videoconferencia. De repente, sus miedos desaparecen y da el discurso más importante de su carrera.
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