Smash ha vuelto tras una primera temporada decepcionante. Lejos queda aquel episodio piloto que muchos alabamos y que, a partir de ese momento, entramos en una espiral de capítulos, en algunos casos, nefastos.
Esta segunda temporada ha regresado llena de cambios. Cambios necesarios, conviene decir. Para empezar, Theresa Rebeck ha dejado de ser la showrunner y le ha pasado el testigo a Joshua Safran. Varios personajes han desaparecido, como el infumable Ellis Boyd (¿cuál era su cometido en la primera temporada, si no amargarnos en cada escena que aparecía?), Michael Swift, Frank Houston (el marido de Julia), Dev (el novio de Karen)... Vamos, personajes que no aportaban nada al argumento. A su vez, han incorporado nuevos personajes, como Jeremy Jordan (interpretando el personaje de Jimmy Collins), Jennifer Hudson (como Verónica Moore)...
En este doble primer episodio nos encontramos con todo el elenco, que ha triunfado en Boston con Bombshell, pero con nuevos problemas. Eileen quiere llevar el espectáculo a Broadway, pero cuando parece que ya tienen el teatro deseado, se filtra la forma en la que se financiaron. Recordemos que la procedencia del dinero es un poco oscura, y eso detiene todos los progresos que habían hecho. Y el responsable de que se haya descubierto es su ex, quien quiere entrar en el show, pero Eileen no quiere. Derek, por su parte, se halla inmerso en una serie de acusaciones por acoso sexual. Todo ello ha dejado en una situación muy delicada el espectáculo. A pesar de ello, asisten a una gala del American Theatre Wing, a la cual no habían sido invitados, y cantan una canción de Bombshell. Por cierto, que en la gala tenemos la oportunidad de ver a Margo Martindale.
También nos despedimos del marido de Julia, quienes no han podido superar la infidelidad de ella con Michael. Julia, devastada por el giro que ha dado su relación y corre el rumor de que no puede aguantar la presión y la crítica de Bombshell, duerme en casa de Tom y deciden vivir juntos hasta que ella se recupere. Dicha escena hace un pequeño gag a Will and Grace, de la cual recordemos que Debra Messing (Julia) era una de las protagonistas:
Tom: You know what? Why don't just stay here?
Julia: What?
Tom: Why not? It'll be like old times. Or a sitcom.
Ivy está preocupada porque su situación es muy inestable. Karen se ha convertido en la musa de Derek y ella no quiere que continúe, por lo que se vuelve a presentar a cástings. A pesar de haberle pedido perdón, no es suficiente. O como Julia le comenta, quizá no le ha pedido perdón por lo que debía pedírselo.
El papel de Jennifer Hudson es el de Verónica Moore, estrella de Broadway y amiga de Derek, con un par de premios Tony que, de momento, ha dado consejos a Karen y han cantado juntas en la presentación del espectáculo en Broadway (aunque, de momento, se ha parado).
Karen ha conocido, por casualidad, a dos jóvenes compositores, Kyle (Andy Mientus) y Jimmy (Jeremy Jordan) que están escribiendo un musical y hace lo posible para conseguir lo que tienen escrito hasta el momento para que Derek lo escuche también, ya que cree que tienen un gran potencial. Y creo que puedo aventurarme a decir que entre Karen y Jimmy surgirá una relación amorosa.
No ha estado mal este inicio de la segunda temporada, aunque nos sigue dejando la sensación de que podría dar mucho más. Los números musicales han sido interesantes (recordemos que esta serie es un musical), y los personajes que han eliminado han servido para relajar el visionado. Veremos cómo solucionan los nuevos problemas a los que se enfrentan.
A mi la temporada anterior me pareció estupenda, no lo voy a negar jajaja, y este comienzo de temporada me ha gustado bastante. Sobretodo me gusta que hayan desaparecido esos personajes y que apareciese Jennifer Hudson y me muero porque Sean Hayes aparezca ya en pantalla!!!!
ResponderEliminarMe ha gustado la vuelta. Parece que la serie por fin ha encontrado su tono. Esperemos que sepan avanzar porque es una serie en la que es fácil atascarse por lo que parece.
ResponderEliminarLa primera temporada me gustaba muchísimo más... esta no me acaba de llamar. A ver cómo siguen
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