Las cosas se han puesto dramáticas esta semana para Castle y compañía, que tendrán que hacer frente a uno de los casos más difíciles de sus vidas. Dejando de lado las tramas aburridas con las que llevaban semanas atormentándonos, este doble episodio (la continuación la veremos la semana que viene) supone un soplo de aire fresco. Esperemos que sea el empujón que necesitaba esta temporada para terminar de arrancar de una vez por todas. Por ahora, nos tendremos que conformar con analizar la primera parte.
Rápidamente encuentran el vídeo de la furgoneta en cuestión y que dará un giro inesperado al capítulo. En él se muestra como Sara El Masri es secuestrada. Pero las cosas se complicarán mucho más cuando se descubra que Alexis, la hija de Castle, también fue secuestrada junto a su amiga. Nuestro pobre escritor, que últimamente intentaba dejar de sobreproteger a su hija para que pudiera volar en libertad, ve cómo todo a su alrededor se derrumba.
Así, los padres de Sara les indican que el muchacho asesinado fue contratado por ellos, para proteger a su hija mientras estuviera en la universidad. Un concepto un tanto exagerado de protección paterna, pero es que el pasado del padre y su altísimo nivel de vida les había generado varios enemigos en Egipto. Sospecho que todavía necesitamos saber algo más de ese oscuro pasado y que el secuestro no es sólo por motivos financieros.
Por otro lado, el capítulo es interesante dado que podemos ver una nueva faceta de Castle, algo que nunca habíamos visto en él. Dejando de lado el sarcasmo y los ingeniosos comentarios, vemos cómo la esperanza se le escapa de las manos. Observamos a una persona desorientada, confusa y llena de rabia y por primera vez vemos de lo que es capaz de hacer por las personas a las que quiere. Y es que, ¿qué haríamos nosotros en su lugar? Toda esta presión caerá sobre Beckett, que tiene muy claro que no puede fallarle.
Mientras tanto, Alexis y Sara despiertan nerviosas y descubren su cautiverio. Pero también se dan cuenta de que las quieren, o necesitan, vivas, por lo que intentarán por todos los medios escapar. Gracias a la habilidosa, y poco creíble, capacidad que tiene la hija del escritor con unas orquillas, consiguen salir de la habitación y Alexis conseguirá llamar a su padre, desvelándonos de ese modo, y para la mirada atónita de la pobre, su ubicación: nada más y nada menos que la ciudad del amor.
Por ahora, hay muchas cuestiones en el aire. ¿Cómo han llegado hasta allí? ¿Qué es lo que de verdad quieren de ellas? ¿Tendrá que ver con el pasado del padre de Sara o con Castle? Un capítulo interesante a la par que trepidante, del que todavía nos falta una segunda parte que esperemos esté a la altura.
Por ahora, hay muchas cuestiones en el aire. ¿Cómo han llegado hasta allí? ¿Qué es lo que de verdad quieren de ellas? ¿Tendrá que ver con el pasado del padre de Sara o con Castle? Un capítulo interesante a la par que trepidante, del que todavía nos falta una segunda parte que esperemos esté a la altura.
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