Os preguntaréis por qué hemos tardado tanto en comentar este capítulo. Hace ya una semana de su emisión y ni rastro de la review. Aunque la mayor razón es la falta de tiempo —tiempos duros corren—, una lucha interna me corroe. ¿Qué os ha parecido el capítulo? A mí, por un lado me ha encantado, cada minuto, con su tensión, sus engaños, sus vueltas de tuerca voluntarias e involuntarias, sus revelaciones —de ahí el nombre del capítulo—, su todo. Pero por otro lado, me ha decepcionado enormemente. ¿Qué clase de midseason finale es ese? Nos han dejado hasta enero sin nada de lo que tirar, no ha habido cliffhanger de peso, nada que nos ponga el corazón en un puño como debería haber pasado y como nos tienen acostumbrados. ¿Que Daniel está en el punto de mira? Pues muy bien, ¿acaso no lo estaba ya? No es nada nuevo, nada impactante. ¿Qué nos han prometido para su regreso? Nada. Ese es mi problema, esa falta de motivación a la que nos tienen acostumbrados es lo que me falta. Eso ha hecho que de un capítulo tan maravilloso me quede con este mal sabor de boca y me cueste escribir sobre él. ¿No os ha pasado a vosotros? Para los que no sepáis de qué hablo, vamos al lío.
El Rey León
Uno de los dos ejes sobre los que ha girado el episodio ha sido la subida al poder de Daniel en Grayson Global. Por un lado, el team Emanda, formado por ésta, Aiden y Nolan —este último pasándolo peor que los otros— hará lo que esté en su mano y más para conseguir que el joven Simba llegue al poder (apodo cortesía del señor Ross, más que acertado). Por el otro lado, el team Grayson formado por los veteranos Conrad y Victoria lo pasarán peor que nunca intentando evitar que su hijo se ponga en el punto de mira de la Iniciativa, cosa por otra parte inevitable, tratando de sabotear la votación para que Daniel no sea elegido CEO de la empresa. Ambos bandos no dudarán en usar de cabeza de turco a Ashley, que por fin consigue su merecido, por trepa, y se va de la mansión Grayson humillada y rebajada a señora de mala vida. ¿Volveremos a verla el —poco— pelo? Ni qué decir tiene que Daniel acaba subiendo al poder cual Simba en la Roca del Rey, y que la Iniciativa le tendrá muy presente de ahora en adelante. Aunque en gran parte su mérito en esto ha sido conseguir más de la mitad de Nolcorp usando al ex-amante de Nolan, parece que éste tiene un as en la manga para recuperar su empresa, lo que no sé es qué tal le saldrá eso de juntar tanto amante exótico. Lo que parecía una victoria absoluta para el team Emanda se oscurece cuando el puesto con el contaban para Aiden en el consejo se ve ocupado, a ver cómo averiguan ahora nada, habrá que echar mano del rotulador rojo, ¿no , Emily? Que se te va a secar.
Reuniones que matan
El otro eje del capítulo, completamente independiente a los temas empresariales Grayson es el bautizo del pequeño Porter, ocasión que Jack aprovechará para invitar a amigos de su padre. Casualidades de la vida que el único que aparece —o al menos nos enseñan— es el culpable de sus problemas actuales, aquél que su padre encubrió tras matar al padre de los hermanos Ryan, ahora socios suyos en el bar. Éstos, que no pierden oportunidad de poner cara de malos, más ahora que les descubren, le dan una paliza al pobre hombre y sutilmente le demuestran a Jack de lo que son capaces, tachando su nombre de la agenda del patriarca Porter. Ahora que sabe dónde se ha metido, ¿qué hará el pobre Jack? Y sobre todo, ¿y Declan, no podría sacrificarse y dejarnos?
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Me pasa absolutamente lo mismo!!! el episodio ha estado genial pero vaya mierda de midseason finale!!!
ResponderEliminarjajajajajajaj tu final de la review me mata. Comparto todo lo que dices. Se han olvidado del factor importante para los serie adictos, odiar los parones porque necesitas que tu serie continúe.
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