Muy a nuestro pesar, las inclemencias del tiempo repercutieron en mi salud y el capítulo de la semana pasada quedó sin comentar. ¡Y qué pena! Porque Illusion fue un capítulo de traca. A resumidas cuentas, la esperada boda Grayson acabó en tragedia cuando Conrad fue arrestado por el asesinato de Gordon Murphy, todo muy bien planeado por Emanda, quien distrayendo a Mason de la falsa Amanda vuelve a poner a los Grayson en el punto de mira sin saber que con ello sólo conseguirá perjudicarse a sí misma. Mason sospecha, ¿qué relación hay entre Amanda Clarke y Emily Thorne?
El haber visto los dos capítulos casi del tirón te quita ese mono que te deja el cliffhanger de la semana pasada, y este Exposure es, una semana más, un capítulo que no defrauda. Que se empiece tal y por donde se dejó el anterior es de agradecer, y más si se desarrolla a lo largo del capítulo de esa manera y no zanjándolo en una escena como hemos podido ver en otras series. Algo así da para mucho, y en vilo nos ha tenido cuarenta minutos, sin saber si finalmente el gran secreto de Emanda sería desvelado ante sus vecinos de los Hamptons o no.
Cualquiera diría que la hija de Kara es Emily y no Amanda —perdonad la confusión de nombres, ya me entendéis—, porque con las idas de cabeza que tienen ambas, parecen bastante más relacionadas que las que realmente lo están. El descubrimiento final de Mason, aunque desencaminado, llevará a Amanda a casi abrirle la cabeza, obligando a Emily a contarle la verdad al escritor tras detenerla en el momento justo. De la gran revelación del cambio de identidades surgirá una nueva alianza, que llevará a Emily a utilizar a Mason para hablar con Kara, que decía haberse ido pero la rabia le carcomía por dentro y pensaba acabar con los Grayson. ¿Problema? Mason se va de la lengua y la loca de Kara acaba sabiendo la conspiración que se cometió contra su marido (el primero) y aparece en casa Grayson psicótica perdida, pistola en mano. Mira que me ha dado miedo siempre esta mujer, y con razón. Una vez más, Emily, que no da a basto en este capítulo, con ayuda de Aiden consigue arreglar la situación y convencer a su madre de cosas impensables para alejarla del embrollo Grayson, la venganza de Emanda y similares. ¿Será verdad que se irá sin más? Después de conocer la relación de sus dos maridos, lo dudo.
Cuando parecía que Emily podía haber conseguido un aliado poderoso, todo da la vuelta. Mason no es de fiar y lo sabemos todos; actúa por su propio interés, y eso es algo que el plan de Emily no puede permitirse, por lo que con sus armas infalibles y promesas que no sabemos si cumplirá, consigue que el escritor confiese un crimen que no cometió, evitando un juicio, cumpliendo una condena injusta y no revelando la verdad que ahora sabe. Un pozito de maldad está hecha nuestra Emanda. Aunque, como de costumbre, sus sentimientos acabarán por interponerse porque finalmente ocurre lo que todos sabríamos acabaría pasando, y cae de nuevo con Aiden. Por lo menos este sabe de qué va realmente el asunto, que ya es algo.
Por otro lado tenemos el asunto que menos entiendo, o menos me interesa y menos atención presto, que todo es posible; el lío empresarial Grayson, La Iniciativa y demás. Seguro sé que Nolan se va a arruinar por ayudar a Emily con el cheque de su padre; seguro sé que Daniel quiere ser el nuevo CEO de Grayson Global y destituir a Conrad; seguro sé que la mujer que sacó a Conrad de prisión y gran inversora de Grayson Global es un pez gordo de la Iniciativa y quiere algo que aún no sabemos; y seguro sé que la Iniciativa debe de dar mucho miedo para tener contra las cuerdas al matrimonio más temible de los Hamptons. Están detrás de todo, pero aún no se sabe mucho de ellos. ¿Queréis descubrirlo? Yo no estoy segura, que luego nos meten en unos berenjenales enormes y quiero que Emanda siga siendo el centro de atención con su venganza. A mí que no me líen.
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