Con un capítulo la mar de lostiano, Jorge Garcia incluido, en Once Upon A Time nos volvemos a alejar de Regina y Rumpel, eje central de la serie (no lo neguéis, lo sabéis todos), y nos muestran el pasado de la insoportable Emma, porque se han dado cuenta de que o queremos a la protagonista, al menos un poco, o todo se va al garete. Además, aunque los coletazos de Lost son más que evidentes, aún no hemos llegado a ese grado de depravación, y poco a poco siguen desvelando misterios, al menos de momento. Hoy: el padre de Henry, a.k.a el hombre del principio de la temporada.
Lo más disfrutable del capítulo ha sido sin duda la actitud de Garfio, que nos ha dejado varias perlitas con ese deje gigoló en su viaje con Emma al mundo de los gigantes —y el chroma barato— en el que han "intimado", consiguiendo la famosa brújula, y Emma ha demostrado que tiene menos escrúpulos de los que creíamos, dejando al bello capitán tras de sí, otorgándose a sí misma una ventaja de 10 horas que no creo aprovechen. Una pena, porque con esto presiento que han perdido mucho... y nosotros.
Y volviendo al pasado, a esa revelación en la que descubrimos que el hombre más importante es el menos atractivo, vamos once años atrás y vemos a una Emma disfrazada de moderna, con coleta y gafapastas enormes con las que suponemos pretenden rejuvenecerla sin mucho éxito. Conocemos su pasado delincuente, en el que se hace con su famoso escarabajo amarillo y conoce a Neal Cassidy (Michael Raymond-James, True Blood), otro delincuentillo del que acaba enamorándose y juntos van por América cometiendo delitos juntos a lo Bonnie and Clyde. Pero en algún momento eso tenía que acabar o no llegaríamos a lo que llevamos viendo estos dos años, y es que dato conocido era que Emma tuvo a Henry en la cárcel y nunca se supo nada del padre. ¿Cómo llegar hasta aquí con esta pareja de tortolitos? Con August de por medio. El desaparecido Pinocho entra en acción para convencer a Neal de que abandone a Emma para que pueda cumplir su destino como "salvadora" tras enseñarle no sabemos qué de la misteriosa caja de su moto. Las malas lenguas hablan, y otro Bae asoma la cabeza, se dice que Neal y Bae son la misma persona, pero a estas alturas yo ya no sé qué pensar, que salen Baes de debajo de las piedras. Lo que sí sabemos es que no es la última vez que veremos a Neal, porque esa postal que le llega al principio de la temporada es enviada por August no sabemos cómo, o al menos esa es la promesa que le hace, y si no ha cambiado, irá a Storybrooke a por Emma. Una pena que ella ahora no esté allí, ¿cómo le irá con su hijo y su suegro? Si es que llega algún día...
Un punto interesante a desarrollar es el sueño conjunto de Aurora y Henry, ¿qué será esa habitación roja con cortinas en llamas donde ambos se encuentran? Mal presagio, seguro.
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