Gossip Girl S06E02. High Infidelity

Tras un comienzo de temporada aceptable pero sin nada excepcional, viene un capítulo mediocre. A falta de ocho capítulos para el final de la serie, lo que vemos nos aburre soberanamente. Tal vez por no empezar cosas nuevas, que aquí les gusta mucho rizar el rizo, esta semana lo que se nos presenta aburre a las ovejas, pero tal vez sea porque la trama principal se la han llevado Nate y Serena, y eso siempre aburre. Esperemos que el retorno, aunque indirecto, de la influencia de Constance, haga bien y volvamos a los tiempos del instituto más chic del Upper East Side.

El eje central del capítulo es, como bien indica su título, la infidelidad. Infidelidad de Steven (Barry Watson, 7th Heaven), el nuevo amor de Serena, con Sage (Sofia Black-D'Elia, Skins US) el nuevo entetenimiento de Nate; infidelidad de Dan a Georgina al confiarle su libro a Nate para The Spectator; e infidelidad de Bart a Lily con la amiga conspiradora de Chuck, aunque ocurriera hace años, cuando supuestamente estaba muerto. De Rufus e Ivy ni hablamos, que deben seguir retozando, nadie les ha molestado.

Con Serena de vuelta a la ciudad e intentando ir de mujer adulta, ella y Nate, uno de los que supuestamente quería olvidar de su vida pasada, quedan para descubrir a sus respectivas parejas juntas, creyendo así que les están siendo infieles. Las medidas que toman son muy diferentes, y mientras Nate deja a Sage por teléfono y la ignora, Serena traga hasta después de una importante gala de la que es anfitriona, consejo de su madre, que ahora es adulta y escucha. La resolución del conflicto llegará en dicha gala, donde se descubre el pastel. De infidelidad nada, Steven y Sage son padre e hija, y ahora todos tendrán que aprender a vivir con ello, porque Sage además aún va al instituto. Constance is back, y va a darle a Serena en el culo, al menos eso pretende su ¿hijastra postiza? ¿Eso significa que Nate es su yerno postizo? Peliagudo. Para una vez que Nate no está con alguien que le dobla la edad...

Mientras esto ocurre, Blair se enfrenta a su primera entrevista como directora de la compañía de su madre, con no muy buenas consecuencias, cuando Nelly Yuki, a quien martirizó en sus tiempos de colegiala, aparece para hacer el reportaje. Además, su compañera de página será Poppy Lifton, quien tampoco salió muy bien parada de su experiencia Waldorf, que además usa para sus diseños la misma tela. Blair, usando sus esclavas como antaño, tratará de sabotearlo todo, pero no saldrá bien parada. ¿Conseguirá sacar adelante la compañía o le saldrá el tiro por la culata?

Con Georgina siempre pegada a él, Dan va de revista en revista tratando de vender su libro, pero la crudeza del asunto le impide conseguir ningún trato aceptable. Pese a la negativa de Georgina, encargada del tema empresarial del asunto, la segunda obra del chico de Brooklyn acaba en manos de Nate, que accede a publicarla sin tapujos pese a lo que ello pueda conllevar. Tengo ganas de ver de qué va todo esto, porque tiene que ser duro si con una página se duda.

La última infidelidad es la del ya-no-difunto a su otra-vez-mujer. Aunque Chuck insiste en que su padre esconde algo, sale a la luz su corta relación en Dubai. Un hombre en una foto es la única pista para seguir adelante, y conociendo a Bass padre, seguro que esconde algo, se le ve en la cara. A ver si de una vez resuelve sus cosas y volvemos a tener a Chuck y Blair juntos, que al fin y al cabo es lo que todos queremos.

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