La recta final de Breaking Bad continúa su tortuoso camino, curiosamente, dando varios pasos hacia atrás y retomando cuestiones que en su tiempo quedaron en el aire pero que fácilmente podrían haberse pasado por alto sin necesidad de acudir a ellas, aunque en el fondo tienen que ver y mucho con los conflictos principales de nuestros protagonistas. Si bien se agradece que se hayan tomado la molestia de rescatar estas tramas, la frialdad con la que han sido introducidas arroja ciertas dudas sobre lo que vaya a pasar próximamente en Breaking Bad, y aunque ha sido un episodio —como siempre— grandioso, la sensación de que todo lo planteado en Madrigal parezca precipitado no desaparece. En definitiva, lo que esperábamos ver por delante, nos ha pillado por detrás y a traición.
La lotería
Para Walter y Jesse todos los cabos de la investigación policial parecen atados y bien atados, y ni siquiera se plantean que puedan ir a por ellos tarde o temprano. Luego, es lógico que piensen —o que Walter dicte y Jesse acepte, motivado por la inseguridad y la culpa— continuar con el negocio, esta vez como los reyes de la droga y no como simples "cocineros". Pero no lo tendrán fácil, primero porque Mike no está dispuesto en principio a aportar su experiencia y sus contactos a la empresa, argumentando con mucha sabiduría que no confía en la bomba de relojería en la que se ha convertido Walter; y segundo, porque la inestimable ayuda de Saul parece que no será tan firme como antes, con el picapleitos más motivado por el miedo que por la codicia.
Porque lo que argumenta Goodman es también muy sensato: si has ganado la lotería, lo siguiente que haces no es comprar otro boleto. Y es que por muy pelado que se encuentre Walt —por culpa de Skyler, especialmente— seguir cocinando es tentar a la suerte. Podrán enriquecerse a largo plazo, pero los riesgos de esta nueva operación son enormes. No solo por la persecución policial o por los futuros problemas que les plantee Madrigal —continúa leyendo— sino porque en la nueva operación habrá demasiados elementos al azar, y por mucha seguridad que demuestre Walter, está claro que acabará explotándoles todo en la cara. Ya no solo por Jesse, Mike, Saul, Skyler o los nuevos enemigos, sino porque el orgullo de Walter será la principal carga de su propia suerte.
No creo que Jesse sea el primero en obstaculizar la visión de Heisenberg, pero creo que es un potencial detonante para que acabe con él. La escena de la búsqueda de la ricina, ocultada por Walter tras jugar una vez más con su aprendiz, expone una vez más la maleabilidad de Jesse —y la grandeza de Aaron Paul— y su desgarradora necesidad de aferrarse a algo que le haga sentirse útil para olvidar el vacío de su propia existencia. La fortaleza de Jesse, tan bien oculta detrás de toda esa inseguridad, es algo que tengo muchas ganas de ver.
Franch
Por otro lado, cuando dijeron que en esta quinta temporada se hablaría mucho alemán no se equivocaron. Madrigal, título del episodio, es también el nombre de la empresa de la que forma parte Los Pollos Hermanos, así como la proveedora del extractor de aire que necesitaba el laboratorio de Walter y propietaria de la lavandería en la que éste se escondía, como descubrió Hank en la cuarta temporada.
Era obvio que tarde o temprano era un nombre que tenía que salir, y la forma en la que lo ha hecho no podía haber sido más Breaking Bad. Mr. Schuler, socio de Gus Fring, se suicida con un desfribilador tras saber que la policía alemana le busca para interrogarle... todo ello después de haber un divertido test de salsas. Es obvio que la compañía teme que la investigación en Nuevo Mexico revele más de la cuenta, y es por ello que una de los altos cargos, Lydia (Laura Fraser, Lip Service), acude ante Mike para descubrir si la conexión entre Madrigal y la meta azul seguirá oculta tras la investigación policial. Sin duda, este personaje femenino traerá cola y me alegro enormemente que hayan decidido poner a una mujer contra Heisenberg, principalmente porque ésta también es una bomba a punto de explotar.
Además, ha sido un episodio perfecto para que el siempre misterioso Mike, como decimos, salga a relucir. Su fortaleza le ha permitido ser la mano negra de Fring durante años sin apenas pestañear, pero tras su muerte sólo le queda protegerse a sí mismo, algo que si pudiera controlar ya hubiera logrado. Pero la dirección oculta tras el marco de Fring les ha expuesto tanto a él como a otros 11 empleados, y Madrigal, ante la negativa de Mike de acabar con ellos, decide hacerlo por su cuenta. Lo que no sabía Lydia, de momento bastante verde en esto de matar gente, es que Mike generalmente va un paso por delante y que no dejará que acabe con él. Y finalmente decide participar, desidioso, porque no le queda otra, porque tiene que protegerse a sí mismo y a los suyos, tanto física —de Madrigal— como económicamente —de la DEA—, pero... ¿se bajará del carro en cuanto pueda? ¿y a quién se llevará por delante?
Brutal escena la de Mike y Hank, por cierto.
El miedo
El episodio termina de manera similar al de la semana pasada, con una aterrorizada Skyler que teme tanto a su marido que ni siquiera puede moverse de la cama. Tras el poderoso "I forgive you", Walter solo tenía que extender su mano sobre su mujer y facilitarle las cosas para que se adapte a su nueva situación, y no miente cuando dice que "todo será más fácil". Walter es plenamente consciente de su posición y creo que cada vez queda más claro que no se arrepiente ni un ápice de todo lo que ha hecho.
Creo que Skyler va a ser una gran determinante de la caída de Walter y que detrás de esa fachada de terror se encuentra la maquinaria que todos conocemos. La señora IFT está planeando la caída de su marido, a pesar del miedo que le produce. No sé quién golpeará primero, pero sabemos que aunque Skyler tarde en arrancar, siempre aferrada a la búsqueda de la seguridad, sus golpes siempre tienen un efecto enorme. Y el miedo será su principal motivación.
¿Qué veremos a partir de ahora en Breaking Bad? Prefiero no imaginármelo y esperar a deleitarme con un poco de salsa branch.
La mejor crítica de Breaking Bad en: http://www.elcriticodelatele.com/2012/07/la-audiencia-en-la-television-americana.html
ResponderEliminarDe nuevo Walt vuelve a reírse en la cara de Skyler. La semana pasada con el "I forgive you" y esta semana volviendo al viejo cuento de que todo por la familia. Corleone total. Ahora sí, al fin, me pongo de parte de Hank y espero que Heisenberg arda muy prontito en los infiernos, aunque, inocentemente, espero que los daños colaterales sean mínimos, empezando por Mike, por ejemplo.
ResponderEliminarEs que hay tantos frentes abiertos que no sabes de dónde puede venir el golpe. Todos pueden hacer algo que acabe con Walt.
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