Todo comenzó en Roswell

Han pasado 65 años desde que en Roswell tuvieran algún que otro altercado con los habitantes de otros planetas. Supuestamente en Julio de 1947 un OVNI se estrelló contra la citada ciudad de Nuevo México llevando en su interior un grupo de alienígenas. El acontecimiento que se consideraría el comienzo de la ufología moderna dio que hablar durante más de 50 años, llevándose al terreno literario, cinematográfico y, lo que a nosotros nos interesa, televisivo.

Con tres temporadas emitidas de 1999 a 2002, Roswell pasaba por nuestras pantallas sin pena ni gloria, tanto es así que la emisión española empezó en 2002 pero yo no supe de la existencia de la serie hasta su reposición en 2006 —y gracias a que de madrugada puse la televisión, que es de esas series que o tienes insomnio o no conocerás jamás— en no recuerdo qué canal de pago. Y es verdaderamente una pena, porque el cóctel serie teen/Expediente X no es algo muy común  —por aquí tira más el tema vampiresco o brujeril—, pero es innegable que tiene gancho. Sin embargo hay que saber sacarle el lado bueno a la situación, y es que a día de hoy, 10 años después de su final, no mucha gente conoce esta serie, y el ver los comienzos de actores que ahora están en pleno apogeo resulta cuanto menos, curioso.

En Roswell se nos cuenta la historia de Max (Jason Behr), Isabel (Katherine Heigl) y Michael (Brendan Fehr), tres híbridos alienígenas con forma humana que sobrevivieron el choque de su nave allá por 1947, manteniéndose en un letargo encerrados en unos capullos de los que saldrían en 1989 con forma de niños de 6 años, y cómo viven en la ciudad de Roswell, donde el bombo UFO sigue aprovechándose al máximo con los curiosos, fanáticos y turistas. Sus caminos irán a cruzarse con el de Liz Parker (Shiri Appleby), una chica adolescente a la que Max resucitará al ser disparada y con quien comenzará un romance –al más puro estilo crepusculero, que los dos son igual de sosos–, y en consecuencia, con el de sus dos mejores amigos, María (Majandra Melfino) y Alex (Colin Hanks), que como es de esperar, se juntarán cada uno con su extraterrestre, no olvidemos el trasfondo de serie adolescente.

Los problemas de su vida pasada en su planeta natal, así como compañeros de ‘raza’ y multitud de enemigos irán cruzándose en sus vidas, que se harán cada vez más complicadas  –si es que la vida de un alienígena puede ser fácil alguna vez, que mucha experiencia en el tema no tengo– implicando otras razas, descendencia, realeza extraterrestre, clones y siempre mucho tabasco, que les encanta el picante.

Aunque Shiri Appleby sigue siendo igual de sosa en Life Unexpected y Jason Behr no es que haya despuntado en su carrera —podéis verle en Breakout Kings—, muchos otros personajes destacan ahora cuando por aquel entonces no eran más que novatos. Gente como la reina de la comedia romántica  —con permiso de Jennifer Aniston—  Katherine Heigl, en su vida antes de Izzie, o una jovencísima Emilie de Ravin, que al igual que en Lost, es la embarazada del grupo, y verla de mala es algo que ahora no es común, porque Bella es un cacho de pan. El hermano del agente Booth de Bones no fue siempre del ejército, al menos de este planeta; Colin Hanks antes de ser el peor villano de Dexter fue un adolescente friki, y Nick Wechsler ya lucía melenita antes de Jack Porter  —aunque más corta—, eso sí, con una cara de pipiolín impresionante. ¿Qué más necesitáis para empezar a verla? Aunque sea sólo por comparar, seguro que curiosidad tenéis.

El pasado año se puso en marcha una campaña para que se hiciera una película de la serie. Pues mira, sería interesante. Os dejo la estupenda intro con la —ahora— conocida canción de Dido Here With Me,  que recordemos que la serie es del 99, y por aquel entonces Dido también era novata.