Esta semana se estrenaba Longmire, una propuesta de ficción veraniega de la cadena estadounidense A&E creada por John Coveny y Hunt Baldwin (The Closer), basada en la saga de novelas de Craig Johnson. La serie ha sido el mayor éxito de ficción de la cadena, y junto con un reparto bastante interesante y una temática original y muy agradecida, podría convertirse en una de las propuestas más interesantes de este vereno.
Longmire sigue la historia del sheriff Walt Longmire (Robert Taylor, Killing Time), un experimentado agente de la ley que trata de volver a la normalidad tras la muerte de su esposa. Con la ayuda de su hija Cady (Cassidy Freeman, Smallville), su ayudante Victoria (Katee Sackhoff, Battlestar Galactica) y su mejor amigo Henry (Lou Diamond Phillips, SGU), Walt se enfrenta en su regreso al ruedo a las ambiciosas aspiraciones de uno de sus agentes, Branch (Bailey Chase, Saving Grace), un joven ayudante que quiere arrebatarle el puesto de sheriff presentándose como su oponente en las próximas elecciones del condado de Absaroka, Wyoming. Mientras, Walt tendrá que seguir trabajando en los peligros que acechan a su jurisdicción y tratar de no derrumbarse ante la pérdida aún dolorosa y reciente de su mujer.
La serie, en clave de procedimental, no ofrece nada destacable; el primer caso que abre la serie no tiene nada de especial y podemos augurar que el resto que nos ofrezcan tampoco lo serán. No obstante, su encanto —por llamarlo de alguna forma— reside en su propuesta con un toque de western, tan en desuso hasta hace poco tiempo. Ahora, con Justified haciendo mucho ruido y con una propuesta bastante seria por parte de la CBS para el próximo otoño, Vegas, podemos decir que Longmire encaja a la perfección en ese interés revitalizado hacia el género, por lo que juega a su favor.
No obstante, y a pesar de un reparto muy jugoso y unos personajes interesantes y bien definidos —a destacar la gran
Katee Sackhoff y el dúo cómico que forma con su irritable jefe—, cabe destacar el uso de una fotografía molesta e ineficiente, nada apropiada para la serie, así como el recurso a ciertos clichés del género que bien podrían haber desaparecido. Mientras, la propuesta de Longmire con banda sonora de música country y una serie de conflictos iniciales bastante sustanciales —el enfrentamiento entre los agentes de la ley del condado y los de la reserva india— podría llegar a cautivarnos a largo plazo.
En definitiva, una serie muy recomendable si eres un nostálgico de los westerns chapados a la antigua, si eres fanático de Katee Sackhoff o si, simplemente, buscas una serie que se aleje de la mediocridad general de los estrenos veraniegos. Échale un vistazo al piloto y después nos comentas qué te ha parecido.
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