La semana pasada pudimos ver en The Killing como avanzaba poco a poco la investigación del asesinato de Rosie, creíamos que Alexi, el último sospechoso tatuado iba a ser un filón, y aunque nos proporciona una información básica para seguir adelante con la investigación parece que no es nuestro asesino, sino por el contrario el mejor amigo al que Rosie contaba todo y su confidente. Es este personaje el que hace que los detectives descubran que Stan no es realmente el padre biológico de Rosie, lo que puede dar un giro total a la investigación.
Esta semana nos encontramos con un percal un tanto decepcionante ya que la investigación avanza poco, pero sigo diciendo que The Killing es una serie de personajes, y cada vez vamos sabiendo más de ellos. Stan sabía que Rosie no era su hija y dice no saber quien es el padre de ésta, por su parte en su casa la tita Terry está tomando desde hace tiempo el papel de madre y parece que se están confundiendo sentimientos entre cuñados.
Mitch es la que parece que está más trastornada, sigue en un motel de carretera quién sabe donde y conoce a una chica que le recuerda a su hija, a la que acoge y cuida para que al final esta se pire con toda su pasta (se veía venir, tonta). Lo más preocupante de esta mujer es la caja esa que lleva a todas partes donde guarda fotos y cartas de sus antiguos amoríos, entre otros el verdadero padre de Rosie, un tal David Rainer que vete tu a saber quién es.
Otro sospechoso del asesinato de Rosie, Ames, el padre del noviete cabrón del instituto y rico donde los haya, tiene muchas papeletas de ser asesino ya que tiene contactos con la política, el casino y lo sitúan en el ferry, para colmo ha tenido un lío importante con Terry, que no deja de acosarlo.
De Sarah y Holder poco que contar, como la están siguiendo y no sabemos quien es ésta se pira al piso de Holder, ¿llegará a pasar algo entre ellos o sería demasiado previsible?
Richmond sigue en el hospital, vuelve la rubia a la que no soporto y que algo tendrá que ver en la trama del asesinato si tantas vueltas está dando y éste decide volver a la campaña, en silla de ruedas pero con las pilas bien cargadas. El pequeñajo ayudante me sigue dando mala espina.
Ultimamente escucho algunas quejas de esta serie, pero bajo mi punto de vista está cumpliendo todas las espectativas y con buen ritmo, si el asesinato se resolviera ya ¿qué gracia tendría la cosa?
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No entiendo tanta crítica. A mi me parece que la investigación sigue siendo tan interesante como antes, aunque muchas veces me despito con tanto nombre y sospechoso.
ResponderEliminar¿No soportas a Gwen, la política? A mí me encanta su personaje, y no sé por qué pero desde el principio me ha gustado mucho la actriz. De hecho me asusté al pensar que podía dejar la serie al ver su marcha a Washington. También me está gustando ver más a Terry.
Lo que está claro es que aquí cada uno tiene mil secretos escondidos...
Gwen es que me da muy mala espina, está claro que esta enamoradisima de Darren y el otro pues tiene un conflicto interno bastante preocupante,,,pero ella no me acaba de convencer, me parece una sospechosa válida.
ResponderEliminarSobre Terry a mi también me gusta verla más, además es un personaje clave en la investigación y me sorprende que los detectives no la interroguen más ya que puede tener información clave, además me produce curiosidad si llegará a pasar algo entre ella y Stan,,,