El paciente
de esta semana es alguien del hospital, más concretamente un forense al que
odian muchos doctores porque es muy minucioso y ha hecho que despidan a
bastantes por su detallado trabajo. En medio de una autopsia, entra en psicosis
y se empieza a seccionarse el cuero cabelludo (muy gore todo). Dicho paciente
exige que le traten House y su equipo, pero como veremos más adelante, House
desaparece quedándose con su equipo. Chase está en la mira del paciente, no le
soporta porque optaba por el puesto que tiene Chase y este se lo quitó, y ve
que en todos estos años se ha conformado con estar bajo las órdenes de House no
como sus compañeros. Eso va a hacer que Chase tome una decisión, cuando termine
el caso va a dimitir para seguir adelante con su carrera. Al final, lo que le
pasa al paciente es que sufre de hipertiroidismo sufrido por el abuso de un
jabón industrial que utiliza en la morgue y por el abuso de bebidas llenas de
cafeína.
Por otro lado,
faltan tres días para que a Wilson le den los resultados de si su tumor ha
disminuido o no tras la locura que hizo en el episodio anterior. El miedo de
que el resultado sea negativo, hace que se desmelene y decida hacer cosas que
estando sano no haría, cosas como comprarse un cochazo deportivo, o comportarse
como es habitual en House. Pero su trama va a estar centrada en un viaje. Obliga a House a acompañarle hasta otro estado porque una actriz (Julie
Christie) va a abrir una clínica veterinaria y quiere verla, ya que es su sueño
desde que era un crío. Como era de esperar, a House le gusta el nuevo Wilson,
pero sabe que tarde o temprano se le pasará, y así es. Wilson tiene miedo y
quiere vivir la vida adoptando la actitud que tenía un chico que se llevó a la
chica de la que estaba enamorado en su adolescencia. Para finalizar, no consiguen verla, pero ambos
vuelven al hospital para saber los resultados. ¿Queréis saberlo? Tendremos que
esperar al próximo lunes.
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