Y la cuarta temporada de Fringe llegó a su final. Tras meses de auténtico sufrimiento por el incierto futuro de la serie, por fin encaramos la recta final de la temporada conscientes de que la serie tendrá 13 episodios más para darle un final apropiado a nuestra serie de ciencia ficción favorita, así como de redimirse hacia aquéllos que no han encontrado esta cuarta temporada a la altura. Como habéis podido observar con mis anteriores textos, esta temporada me ha parecido fantástica pero he de matizar que la doble season finale no ha sido especialmente tan interesante o reveladora como cabría esperar, además de que a pecado de cierto simplismo. Sea como fuere, esta es la última review de la temporada y estas son las cartas que Fringe ha dejado sobre la mesa:
No olvidemos que la segunda parte de Brave New World podría haber sido la series finale de Fringe, eso sí, con otro final —recordemos que se grabaron dos finales distintos— pero a pesar de ello, a mi parecer cierran de una manera bastante razonable ciertas tramas abiertas desde hace tiempo y ofrecen respuestas a algunas —no todas, solo faltaba— preguntas recientemente planteadas. No obstante, quizás el mayor error de la season finale de Fringe es que ha caído en un error que casualmente siempre ha sabido evitar con inteligencia, la previsibilidad. En cierto sentido, puedo entender la frustración de muchos fans, pero quiero tener en mente que el episodio se hizo pensando que sería el último y que había que cerrar las tramas de la manera más respetuosa posible. No ha sido un episodio nada especial y sí muy obvio, pero me han gustado sus intenciones y me ha dejado con buen sabor de boca.
Tampoco se han olvidado de la simbología de la serie, lo que es otro punto a su favor. La escena más llamativa —la de Olivia contando que está embarazada era demasiado obvia— sin lugar a dudas fue la de Walter disparando a la agente en mitad de la frente, algo que casualmente ocurría en la pasada season finale en el futuro de la línea temporal antigua. Descubrimos, tras la reaparición de Jessica Holt (Rebecca Mader) como una previsible villana que juega con nuestra División Fringe —era obvio que su pequeña aparición en el pasado episodio no se quedaría solo en eso— y que es Olivia el arma cargada de cortexiphan que utilizará William Bell para colisionar los dos universos. Por ello, era obvio que Olivia tendría que morir de alguna forma, como nos han venido insistiendo desde hace mucho tiempo, pero jamás imaginaría que fuera Walter el que disparara y, de hecho, pensé por un momento que sería Peter el que lo hiciera. Sea como fuese, con su "muerte" se frustran los planes de William Bell de vivir en el paraíso que había planeado, por lo que vuelve a desaparecer al tocar su mágico instrumento, la campana. La escena en la que Peter y Olivia saltan al barco de Bell no podría resultar más ridícula, pero los nuevos poderes de Olivia —que desaparecerán, por cierto, ahora que los ha "gastado" todos— ganan por goleada.
Obviamente, Olivia no muere, pues tras el episodio futurista todos creímos o debimos creer que todavía —aunque posiblemente sí lo haga en un futuro no muy lejano, y seguramente en manos de Bell— tenía que seguir viviendo un poco más. Resulta que las habilidades regenerativas del cortexiphan funcionan incluso estando recientemente fallecido, por lo que tras una escena en la que Peter no para de sorberse los mocos, por fin nuestra Olivia regresa de entre los muertos para anunciarnos un poco más tarde que, sorpresa, está embarazada. Por supuesto, la niña que tengan se llamará Etta y el futuro que le aguarda es el de los Observers, ya que September aparece en el cliffhanger de la temporada para anunciarle a Walter que se preparen para su llegada. Luego, está más que claro que la corta temporada que concluirá con la serie transcurrirá en el futuro o, al menos, estará enfocada hacia él.
No me olvido de September, obviamente. Quizás haya sido él el que haya asentado más claramente las bases de la quinta y última temporada, y no solo por anunciar la llegada de "ellos". Me ha llamado la atención, a pesar de lo ridículo que me parece, la runa con la que Jessica atrapó al observador en su casa, así como que lograra dispararle con un arma más rápida de lo común. La revelación de que las habilidades de los observadores son puramente tecnológicas no se nos debe olvidar, pues puede ser la clave para la lucha de la resistencia de la División Fringe en un hipotético enfrentamiento con los calvos. Además, y aunque no sea tan relevante ahora mismo, me da la impresión que los Observers, tan callados como estaban hasta ahora, estaban colaborando con Bell en la creación del nuevo universo —y por eso éste sabía de su tecnología— pero pretendían acabar con él más tarde, cuando hubiera realizado su tarea.
En definitiva, ¿qué nos aguarda exactamente la quinta temporada? Podemos ir pensando en un violento enfrentamiento entre una fortalecida División Fringe y los Observers, así como la incorporación de Nina al equipo y quizás de nuevos agentes gracias a los nuevos fondos ofrecidos por el Gobierno. También en la maternidad de Olivia y el nacimiento de, suponemos, Etta. Pero, ¿volveremos a 2036 o no? Y algo que también es muy importante: ¿volveremos a ver el Universo Rojo, a Fauxlivia y a Lincoln? Creo que posiblemente veamos ambas cosas, futuro y presente, y cómo se van relacionando a lo largo del tiempo, lo que creo que resultaría muy interesante. Quedan muchas cosas por contar en el mundo presente pero ya que está abierta la posibilidad de hablar de ese misterioso futuro, debería aprovecharla.
¡Nos vemos en octubre, Observers!
Como a ti, no me ha parecido un episodio especialmente emocionante sino bastante previsible, sin embargo, sí que no me ha dejado buen sabor de boca.
ResponderEliminarBell no me parece ni la mitad de interesante como villano que Jones (probablemente por los actores), del que se han deshecho de manera ridícula (¿de repente era una pieza casi indiferente dentro de lo que planeaba Bell aunque nos lo habían presentado como el tío más malo de los universos? COME ON!).
A ver qué nos preparan para la última temporada pero la verdad es que los últimos capítulos de esta (desde el 17 ó por ahí, sin contar el que se desarrollaba en Over There) me han dejado bastante desencantada.
Y que alguien haga algo con Joshua Jackson. ¿Se puede ser peor actor?
Marga, está claro que hay inconsistencia en ciertas conclusiones, pero me parece que se ha salvado lo mejor posible. No había pensado en lo de Jones, pero te doy la razón. A mí, por ejemplo, me sigue escamando el hecho de que sea Olivia la única que recuerde (por amor) a Peter, y que de Walter no se diga nada. Y como estas hay varias...
ResponderEliminarVer una season finale que ha sido concebida como posible series finale tiene estas cosas. En ese sentido resulta algo decepcionante, porque rompe de alguna manera con las "habituales" finales de Fringe. La previsibilidad puede no ser mala, quizá también ha carecido de cierta tensión (creo que el momento de la muerte de Olivia es paradigmático en eso).
ResponderEliminarEn cuanto a la temporada, me ha parecido algo difusa, falta de equilibrio. Está bien porque es Fringe, y la calidad per se es elevada, pero creo que ha faltado "algo" en general.
Muy buena review!
Gracias. Quizás es que soy un fan ciego pero creo que esta temporada, quitando algún desarrollo último —lo de la secta, lo de Jones, etc.— ha sido estupenda. Pero entiendo por qué algunos espectadores no se sienten así.
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