Acercándonos al final de temporada, la carrera se hace más estrecha para los chicos de Beverly Hills, y poco a poco, están dejando escapar sus secretos más oscuros. Por fin, el rollo entre Silver y Liam salió a la luz, y no del modo que ellos esperaban. Mientras tanto, Annie consume su relación con Caleb y otros van rumbo al estrellato o a estrellarse. No podemos negarlo, vamos de mal en peor.
Naomi intenta superar sus problemas emocionales, a su manera, pero parece que no ha superado del todo a PJ. Continuando con su trabajo de planificadora de eventos, se encontró envuelta en la boda de su propio ex-novio, ¡Max! Algunos ya lo sabíamos por lo que el giro "inesperado", se volvió más un cliché muy esperado para ver la cara de la rubia al descubrir que Max ha avanzado en su vida, y ella continúa siendo la de siempre. Después de tantas caídas, ya nada nos sorprende.
Mientras tanto, el nuevo triangulo amoroso ha dado su fruto y Silver se ha enfrentado a las falsas noticias de su embarazo. Yo realmente esperaba que fuese verdad, y a Liam le hace falta un soplo de aire fresco. Sin embargo Navid dió la cara y como siempre actúo como el buen muchacho que acepta las fechorías de sus mujeres y se queda con los hijos de otros hombres. Navid es en realidad un personaje muy quemado, y podríamos fácilmente reemplazarlo con Teddy. Hablando de clichés, el enfrentamiento se dio en la típica alfombra roja. ¡Es que así son los chicos de Beverly Hills!
En otras noticias, ¡90210 ha sido renovada por una quinta temporada! Aunque me alegra la noticia, creo que ya es tiempo de darle un cambio radical a la serie. A solo dos episodios del final de temporada, nuestros ojos ya se cansaron.
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