El domingo, y de la mano de HBO, se estrenó una de las comedias más esperadas del año: Girls. Los críticos americanos ya venían alabando a Lena Dunham por su total originalidad y realismo a la hora de describir la crisis veinteañera que sufren un grupo de chicas que viven en Nueva York, tanto que el hype creado entorno a la serie era abrumador. Y justamente por eso, el piloto no me ha dejado un buen sabor de boca. Más bien, indiferencia.
La serie nos presenta a un grupo de cuatro chicas que viven en Nueva York, y a pesar de que Dunham haya querido alejarse completamente de otras series de temática parecida (Gossip Girl, Sexo en Nueva York), no puede evitar caer en otros tópicos, y es que la serie rezuma modernismo barato por los poros.
Por un lado tenemos a Hannah (Lena Dunham, Tiny Furniture), una chica de veinticuatro años, cuyo sueño es ser novelista y a quienes sus padres han estado manteniendo mientras ella ejercía con una beca no remunerada. Vive con sus amigas en un apartamento chulo, tiene un novio que roza lo idiota y que más bien la utiliza para el sexo, y un cierto problema de sobrepeso. El problema empieza cuando sus padres (más bien su madre) le cortan el grifo y ella tiene que optar por buscarse un trabajo remunerado, pero lejos de sus aspiraciones, para poder seguir adelante con su vida.
Y es aquí cuando empecé a discrepar un poco con la mentalidad de la serie, o al menos de Hannah, quien se siente un poco traicionada por la puñalada de sus padres. ¿Qué son 1100 dólares al mes durante dos años con tal que Hannah pueda escribir su libro y vivir la vida que quiere con sus amigas en Nueva York? ¿Por qué va a buscar un trabajo que no le gusta y sacarse las castañas del fuego como todos? Pues por ahora es lo que le va a tocar hacer.
Por otro lado estaría Marnie (Allison Williams, Will & Kate), la mejor amiga de Hannah, que tiene un trabajo estable y un novio que es casi más femenino que ella. Y a pesar de las diferencias que pueda haber entre ambas, Marnie adopta una postura totalmente protectora hacia su amiga, instándola a hablar con sus padres para que no la dejen en la estacada tan de golpe.
Finalmente estarían Shoshanna (Zosia Mamet, Mad Men, United States of Tara) y su prima británica Jessa (Jemima Kirke, Tiny Furniture). De la primera poco se puede decir todavía, salvo que habla por los codos y en su discurso personal (dado el silencio de Jessa) hace un pequeño homenaje a Sexo en Nueva York. Luego estaría Jessa, la prima británica que, por lo visto, toda chica americana quiere tener. Es una trotamundos sin horizonte ni bandera, que destila litros de modernismo neohippy en sus andares y en su forma de hablar, con ese acento británico tan sensual que la caracteriza. En resumen, la amiga rebelde que siempre ha hecho lo que le ha venido en gana, sin ataduras. Pero quizás ese secreto que guarda le haga pensar un poco en el futuro.
Y estas serían las cuatro protagonistas de la serie, las voces de su generación, todas llenas de dudas en una ciudad cosmopolita y llena de oportunidades. De este modo, la serie aborda temas como la sexualidad, las drogas, las dudas de la edad, y a pesar de que los personajes estén ya casi totalmente definidos, lo hace con unas conversaciones serias, sin perder el humor. La propia Dunham ha declarado que se ha basado en experiencias propias a la hora de crear la serie, en conversaciones que ella misma ha tenido con amigas suyas, incertidumbres propias de la edad, y que gracias a eso, la serie puede que difiera de otras.
Pero a pesar de que la serie se llame Girls, también hay chicos que la protagonizan, como pueden ser Charlie (Christopher Abbot, Hello I Must Be Going), Adam (Adam Driver, J. Edgar) o Ray (Alex Karpovsky, Tiny Furniture). El primero es el novio de Marnie, un chico atento y detallista que casi roza lo afeminado. El segundo sería Adam, el “novio” de Hannah, de quién parece sólo interesarle el sexo, de manera un tanto rara y pervertida. Finalmente estaría Ray, amigo de Charlie, cuya aparición es breve pero nos deja un ligero regusto opiáceo.
En resumen, una serie sobre chicas que ha querido ser totalmente diferente al resto y que lo que ha hecho ha sido pecar de modernismo. Veremos cómo va evolucionando a lo largo de los diez capítulos que la componen y a ver qué historias nos traen Hannah y compañía.
No me ha encantado el piloto (quizá hay que darle tiempo, suele pasar con las de cable), pero no creo que tengas que estar de acuerdo con lo que piensa Hannah. Precisamente es un personaje cuyos problemas (la apatía, la cobardía) seguramente definan gran parte de las tramas de la serie, igual que no tienes que estar de acuerdo con las infidelidades de Don Draper y los trapicheos y crímenes de Walter White.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola!
ResponderEliminarEvidentemente, siempre no simpatizo ni estoy de acuerdo con los personajes, pero lo que no me ha gustado ha sido la etiqueta que la han puesto de muy "realista" describiendo toda una generación y eso sobre todo lo veo en la actitud de Hannah. A su vez, creo igual que tú, que esa actitud va a dar pie a muchos momentos en la serie y tengo ganas de ver cómo evolucionan.
Un saludo!
A pesar de lo que dices de Hannah, creo que no es difícil identificarse con ella. Quizás no con sus circunstancias concretas pero sí en general. O al menos yo, a uno año de terminar la carrera, me identifico bastante, lo que creo que es el punto a favor de la serie, sin ningún tipo de duda.
ResponderEliminarEse aire de modernez que tiene tampoco me ha gustado mucho porque siempre se acerca mucho a la pretenciosidad. Dentro de unos años veremos la serie y sus apartamentos y ropas de modernos nos parecerán completamente ridículos.
Y la escena de sexo en el sofá me pareció la típica escena que HBO tiene que hacer para quedarse tranquila pero me resultó completamente innecesaria; ya estaban retratando de gilipollas al 'novio', no hacía falta eso.
Aún así, me ha gustado pero sí, el hype la ha perjudicado.
Sí, si yo las dudas de Hannah también las comparto, seguramente por edad y por darte de repente de golpe con todo... Lo que no me ha gustado de ella es que no sé, nunca se haya preocupado antes de ganar algo de dinero y buscarse la vida más allá de lo que a una le gusta hacer, y le siente tan mal que sus padres le corten el grifo. Que vale, tan de repente es una putada, pero creo que necesario.
EliminarA ver como va evolucionando.
Hannah, osease, Lena Dunham, es otra hipster gafapasta petarda cuya "originalidad" se basa en plasmar su propia vida en la tv. De ahí que la tía, sin llegar a los 30, se sirva de protagonizar, escribir, dirigir y showrunnear una serie. Vamos, no me j... Cualquiera que pretenda vivir "independizado" a costa de los padres cuando su etapa de estudios ha finalizado merece una hostia bien dada. Y si es en pleno Manhattan, cuyo nivel de vida es tan discretito, cambiamos la hostia por un bazoca bien metido por la boca.
ResponderEliminarCoincido con Spidermarga en que la escena de sexo del sofá sobraba, aunque, sinceramente, cuántas escenas de sexo que vemos en la ficción, y más aún en el cable, son imprescindibles por guión?
Discrepo, por otro modo, con el primer comentario mencionando a Don o a Walter White. Por muy desagradables que sean estos personajes, creamos empatía con ellos, llegando incluso a culpar a la DESGRACIADA de Betty de los males haceres de (ex) cónyuge del Draper. La Hannah esta, empatía cero. A la hoguera. Las demás bien, por cierto. Me la quedo.
Y, sin embargo, yo creo que la serie no oculta que Hannah es patética y vive fuera del mundo real. Me sorprendió gratamente el piloto, la verdad. Esperaba algo todavía más indie.
ResponderEliminarY lo que deberíamos plantearnos es si odiamos a Hannah por ser mujer y adoramos a Don por ser hombre. Hala, polemizad :)
No concibo la polémica sexista por ningún lado...
ResponderEliminarYo tampoco creo que tenga nada que ver el sexo de la protagonista (aunque sí las escenas de sexo) para que no te guste este formato. Su protagonista, Hannah, se trata de un personaje al que se le ve el plumero desde el primer momento y que está perfectamente diseñado para dividir a la audiencia; no tiene nada que ver con personajes legendarios como los que señaláis arriba, cuya principal característica es que son protagonistas amorales. No, aquí tenemos a una mujer insoportable que se hace llamar voz de su generación con la seguridad de que eso hará que nos pasemos días debatiendo sobre el tema. Girls acabará por gustar o no, pero no creo que haya medias tintas porque no lo están poniendo nada fácil.
ResponderEliminarYo creo que es una serie muy entretenida y que para nosotras que tenemos las edades de las protagonistas sí es fácil identificarse con Girls de HBO porque empiezan a buscar empleo y no lo encuentran, tienen líos con chicos y entre ellas, es una buena serie.
ResponderEliminarMe encanta Girls, y me encanta que esté de vuelta. Ahí va mi homenaje ;)
ResponderEliminarhttp://seriesanatomy.blogspot.com.es/2014/01/girls-and-city.html
Saludos!