Con tan solo cuatro episodios para terminar la temporada, Fringe va cerrando puertas para lo que se estima como un impresionante final que nos dejará con la boca abierta. Aún a la espera de saber si acabarán por renovarla o no (los rumores así como las últimas declaraciones de la Fox apuntan a que sabremos algo pronto), sabemos que se han grabado dos finales distintos que se emitirán en función de las decisiones corporativas, por lo que la decisión está al caer. Aún así, y a pesar de que es cierto que en The Consultant se ha respondido a una cuestión clave así como han dado explicaciones a tramas recientes, no ha sido un episodio que haya avanzado demasiado en las diferentes historias que tenemos pendientes. Y lo mejor de todo es que aunque haya sido así, The Consultant ha sido un episodio sublime que me ha agradado enormemente.
El consultor, título del capítulo, no es otro que Walter Bishop, que después de un impresionante evento Fringe en el que dos hombres han muerto en extrañas circunstancias en el universo azul se traslada al universo rojo para buscar respuestas junto con nuestra Olivia Dunham. Allí, trabajan codo con codo con Fauxlivia y Lincoln, ambos algo desamparados desde la muerte del Agente Lee, mientras tratan de buscar respuestas al misterioso caso. Resulta que los fallecidos en el universo azul también fallecieron en el rojo tras un accidente de aviación, pero como sabemos eso sería impensable, por lo que alguien debe estar detras. Cuando el incidente se repite, esta vez con una mujer y en el universo contrario, descubren un dispositivo en el coche en el que ésta iba: un dispositivo que contiene, precisamente, anfilicita. Luego, David Robert Jones está detrás de todo, y es que como sabemos este mineral es capaz de destruir un universo o varios. No obstante, ¿por qué estos dos experimentos? Pues porque Jones está probando el funcionamiento del mineral para hacer algo más grande y, sin duda, más devastador.
Sin duda, la clave del episodio ha sido Broyles. Después de verle colaborar con David Robert Jones y su organización, no sabíamos si el Alt-Broyles que veíamos era un cambiaformas o no, y por fin hemos encontrado nuestra respuesta. Tal y como hizo Walter, aunque éste lo hizo inconscientemente, Alt-Broyles está colaborando con algo (o alguien, Jones) que destruirá al mundo tan solo para proteger a los suyos: de nuevo volvemos a saber de su hijo Chris, enfermo, y para el cual Jones encontró una cura consiguiendo tener así a Broyles en su poder. Fauxlivia, que sabe que tienen un topo, le pide a Alt-Astrid que investigue a una lista de sospechosos pero no es hasta que habla con Walter a altas horas de la madrugada (por cierto, qué bonito cómo han acabado por ser amigos, con una relación casi paternal), con la muerte de Lee a sus espaldas y con unas copas de más, cuando cae en la cuenta de que no había incluido en la lista a su Broyles. Confiando en su instinto, engaña a Alt-Nina para sonsacarle la verdad y la malvada anciana se excusa diciendo que Broyles es tan solo un peón. Cuando, temiendo lo peor, Fauxlivia va con Lincoln a por su jefe descubre que ya se ha entregado al otro lado antes de cometer una barbaridad, y es que Alt-Broyles a pesar de todo solo trataba de hacer lo mejor por su hijo, aunque para ello hayan tenido que sufrir tantas personas. Así consiguen que simpaticemos con un personaje que no tenía otro remedio que someterse a las directrices del villano, Jones, pero que cae en la cuenta que si éste destruye los dos universos sí que lo habrá perdido todo. Sin duda, un final precioso.
Me ha encantado el episodio, y de hecho creo que nunca hemos visto uno en el que haya tanta conexión entre ambos universos. El mayor protagonismo de Broyles, un personaje que siempre ha estado casi en tercer plano, el reencuentro de las Astrids (¡el café!) y el juego de Fauxlivia con Alt-Nina, me han parecido soberbios, pero me ha gustado especialmente la nueva faceta de la relación entre Walter y Fauxlivia, ambos bastante necesitados de una amistad (Walter ha sido dejado un poco de lado por su hijo y Olivia).
Ahora bien, sin duda preocupa una cosa. Alt-Broyles al final se echó para atrás, pero ¿bastaba con que pusiera ese pequeño dispositivo en la Máquina (la volvemos a ver) para destruir los dos universos? Me da a mí que lo van a tener muy fácil para poder acceder a la Estatua de la Libertad, así que espero que haya buenas escenas de acción al respecto. Por otro lado, ¿dónde están las jaulas de animales de la extraña organización de Jones? ¿es Alt-Nina otro peón? De momento, la trama de los Observadores parece que se desarrollará en el futuro. ¿Qué nos depara 2036?
soberbio capítulo efectivamente!!! hemos podido observar ternura en todas las relaciones: Olivia y Peter 'novios', Lee y Altivia cada vez más cercanos y la sorpresa: Walter y Altivia en un momento perfecto.
ResponderEliminardisfrutemos de cada capítulo y esperemos que finalmente se anuncie una renovación, aunque sea de una temporada más breve!
pd: y las Astrids majísimas!!!
ResponderEliminarWalter y Olivia son estupendos, me encanta cómo le han dado la vuelta a su relación.
ResponderEliminar