La semana pasada no comentamos el episodio de Community sencillamente porque queríamos esperar a este viernes para que se emitiera su continuación. La serie de la NBC no suele elaborar tramas que abarquen varios episodios pero lo cierto es que un par de las que componen estos dos últimos, las principales, se vienen elaborando desde el regreso de la serie este mes de abril. Por una parte, está bien que le den algo de continuidad a la serie (aunque sea más por accidente que por otra cosa, por el tema del desorden de los episodios) y que exploten nuevos conflictos con sus personajes, como veremos ahora. Por otra, el desenlace de esta semana no me ha resultado del todo satisfactorio, aunque ha sido terriblemente divertido.
Recordemos que Troy y Abed tuvieron su primer enfrentamiento hace dos semanas, en Contemporary Impressionists. Ya entonces, Troy se daba cuenta de que Abed siempre interponía su interés personal al de sus amigos, especialmente al de Troy. Las limitaciones de esta amistad afloran con más fuerza que nunca en Digital Exploration of Interior Design junto con otro de los elementos más icónicos de la serie: los fuertes de sábanas. En esta ocasión, Troy y Abed se proponen hacer un fuerte con almohadas y el Decano aparece para decirles que si consiguen hacerlo más grande obtendrán el récord guiness en este ámbito. Troy quiere lograrlo pero para ello necesitan una expansión rápida que solo se puede conseguir con las sábanas, y Abed se niega porque su fuerte es de almohadas. Aquí Troy se da cuenta de lo egoísta que puede llegar a ser Abed y cómo, o eso le ha hecho creer el Vicedecano Laybourne, esta amistad impedirá que el antiguo quarterback llegue a lo más alto. La escisión hará que se formen dos grupos, el de las sábanas y el de las almohadas y que acaben por enfrentarse entre sí en lo que viene a emular una batalla épica al estilo Greendale.
La trama continúa en el segundo episodio volviendo a recurrir al género documental que vimos el pasado noviembre en Documentary Filmmaking: Redux, más que nada porque Community tiene que parodiar algo, aunque sea a sí misma. En este caso también parodian, algo que he tenido que investigar, la Civil War del documentarista Ken Burns, obra que ignoro pero que por el contexto puedo entender muy bien cómo se ha plasmado en el episodio. La manera de darle un tono de seriedad y gravedad a la estúpida guerra entre Blanketsburg y Pillowtown es rídículo al mismo tiempo que logra hacer funcionar un engranaje divertidísimo en el que una vez colocados todos los elementos, funciona a la perfección. Nuestros personajes principales, cada uno en su posición y con su elemento definitorio (ya sean sombreros reales o imaginarios), realizan su función en el episodio, desde dirigir a sus tropas hasta buscar la paz, pasando por retratar el enfrentamiento sin tener mucha idea de fotografía, como Britta (puntazo el de la anotación a los que hacen fotos en blanco y negro). La forma de narrarlo funciona pero en mi opinión cómo han grabado las particulares batallas ha dejado bastante que desear. Mención especial a cómo vuelven a ser amigos Troy y Abed gracias a Jeff (que busca sombreros invisibles), el monstruo de almohadas y la tropa infantil de Chang, los Changlorious Bastards.
En la primera parte de este especial, también le dieron continuidad a dos tramas que ya vimos anteriormente: el narcisismo de Jeff a través de una nota anónima que encuentra en su taquilla (¿tenemos taquillas?), escrita por una tal Kim que le dice que es un capullo, más o menos; el antiguo abogado no puede soportar no caerle bien y con la ayuda de Annie tratará de descubrir quién le odia y reparar ese daño. Cuando descubren que es un chico y no una chica, Annie se retira de la misión porque creía que estaba haciendo algo bueno por su género, al mismo tiempo que Jeff aprende una lección que rápidamente olvidará. También es divertidísima la trama de Subway, la cadena de restaurantes que ha comprado la cafetería de la universidad y que Pierce y Sherley pretenden hundir (recordemos que ambos iban a participar en un nuevo negocio) con la ayuda de una Britta que siempre trata de defender a los desfavorecidos. Pero ojo porque Subway (la persona, no la cadena) acaba haciéndole tilín y los ideales de la joven pronto desaparecen. Un puntazo el tono de la trama, muy de 1984 y de películas de espías; de hecho, me ha gustado más que el pillow fort remember (que su primera parte, no que la segunda).
Como era de esperar, Troy y Abed han vuelto a ser amigos pero sinceramente espero que vuelvan a retomar estas fisuras de la relación próximamente. El especial no ha llegado a la altura de los de paintball (¿repetirán este año?) pero deja un buen sabor de boca. Mención especial a Britta en estos dos episodios, sinceramente genial.
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