Tras unas semanas sin la serie, Private Practice ha regresado con un capítulo muy triste. Nada de dramas espectaculares, simplemente algunas escenas muy emotivas.
Sam sigue preocupado por su hermana Corinne, quien le pide que nunca se de por vencido con ella. Sin embargo, tras diversos problemas, decide internarla en un centro, ya que no puede seguir así. Corinne le dice que nunca debería haberle llamado.
Amelia le confiesa finalmente a Addison que esta embarazada y esta se alegra por ella. Mientras tanto, descubrimos a la hija de Jake, que se muestra muy interesada en el nuevo amor de su padre, aunque Addison no haga nada al respecto.
También decimos adiós a Scott (noooooooo!), el novio de Violet, que se sincera con ella y le anima a seguir con Pete, ya que asegura que forman una increíble familia con Lucas.
La mejor parte del capítulo, ha sido sin duda la trama de Erica y Mason. Aunque parecía que estaba curada, el cáncer ha vuelto y Erica apenas tiene una semana de vida, por lo que debe despedirse de su hijo, al que no quiere presente durante el tiempo que le queda.
La escena de Mason corriendo hacia Charlotte I didn't cry, es una de las mejores escenas de esta temporada, sin duda. Ahora ya sabemos que Charlotte y Cooper pasarán a hacerse cargo del niño, si no no había otra salida posible a esta trama.
¿Tendrá Amelia el niño? ¿Habrá problemas con Addison? Me alegro que la historia de Sam y su hermana haya terminado, porque francamente, era muy aburrida y no aportaba nada a la serie, de hecho estaba estropeando al personaje de Sam, al que hemos podido ver en alguna escena bastante desagradable.
Por lo demás, esperemos que finalmente Addison se decida por Jake.
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