Esta mañana nos despertábamos (hora española) con la noticia de que Terra Nova, la serie de aventuras y ciencia ficción producida por Steven Spielberg para la FOX que se estrenó el pasado otoño, no va a tener una segunda temporada (podéis leer la noticia, en inglés, aquí). Obviando el disgusto para seguidores y cierta alegría para los detractores, éstos últimos mucho más numerosos y ruidosos, lo que ha llamado la atención es que rápidamente se ha generado una caldeada conversación en las redes sociales (principalmente en Twitter) no sobre el propio hecho de la cancelación sino sobre qué significa para Fringe que Terra Nova haya sido cancelada.
Llevaba semanas dándole vueltas y al final ha tomado una decisión: Terra Nova, cancelada. Pero, ¿qué pensará la FOX respecto a la niña bonita de sus fans, Fringe? ¿Tiene tanto que ver Terra Nova haya sido cancelada para la situación de la serie de Abrams (rotundamente no)? ¿En qué momento se encuentra Fringe? Vayamos, punto por punto, repasando las claves externas de la serie y qué significarán cuando en apenas un par de meses se tome la decisión definitiva respecto a su futuro, o incluso antes.
La parrilla semanal
El principal apoyo de aquellos que creen que la cancelación de Terra Nova es un signo positivo para la renovación de Fringe por el mero hecho de que deja un hueco en la parrilla semanal de la FOX no es más que humo, y por dos razones:
La primera es que, de renovar, Fringe se emitiría con toda seguridad los viernes, un día generalmente relegado a los productos menos exitosos y que rozan la cancelación (por ejemplo, The Finder acaba de trasladarse a los viernes y seguramente sea cancelada) o, en su defecto, a las series de ciencia ficción (el género parece encontrar su hueco siempre en la noche de los viernes); además, Fringe ha encontrado su diminituo hueco en el pequeño nicho de audiencia de este día de la semana.
La segunda razón es que, aunque haya un hueco en la parrilla (pongamos, por ejemplo, la hora de los lunes que Terra Nova ocupaba) ningún ejecutivo con dos dedos de frente lo cubriría con una serie que no solo lleva cuatro temporadas en antena, sino que ha demostrado que no funciona en los días de la semana más productivos.
Sindicación
Al término de esta cuarta temporada, Fringe tendría en el bolsillo tan solo 87 episodios para presentar como lote en sindicación. Aunque algunas series han conseguido la preciada sindicación por menos episodios, una serie con los problemas que ha tenido Fringe que ni siquiera alcanza el mínimo de los 88 (por no hablar del número mágico de los 100 episodios) se ve en serios problemas para encontrar su salida inmediatamente en esta cuarta temporada.
La sindicación, de la que os hablamos continuamente, es el proceso que más interesa a los estudios encargados de realizar las series (en este caso Warner Bros TV) ya que, una vez se han emitido en abierto un determinado número de episodios (los mencionados anteriormente), pueden vender los derechos de reemisión a otras televisiones obteniendo con ellos una interesante suma de dinero que amortiza los gastos de producción de la serie durante las temporadas que ha estado en antena. Esto es, por supuesto, porque los estudios no ganan dinero (o al menos no para cubrir los gastos) con las licencias de emisión que les cobran a la cadena (en este caso la FOX) y hasta que no se produce la sindicación no hay verdaderos beneficios. Lo explican perfectamente en Vaya Tele.
Lo más probable, algo que se ha acabado concluyendo esta mañana en las redes sociales es que, de renovar Fringe seguramente lo haga tan solo por 13 episodios que podremos ver o en otoño o en la midseason del año que viene. Con una quinta temporada reducida Fringe podría terminar tranquilamente y con la seguridad de que la sindicación tendría lugar a cambio de una cifra bastante jugosa (el fandom de Fringe le vendría estupendamente a Syfy, por ejemplo).
El reenganche de audiencia
También hemos escrito varias veces sobre este asunto. Uno de los principales problemas de Fringe es que el público nuevo no puede sentarse sin más a ver un nuevo episodio porque la serie cambia totalmente en tan solo unos pocas semanas, e incluso puede ser hasta incómodo para el espectador antiguo (lo que se llama fobia al compromiso). Esto explica por qué las audiencias de Fringe son prácticamente estáticas: tiene su nicho de audiencia pero nada más y eso es algo con lo que la FOX cuenta. A no ser que se consiguiera reenganchar a la audiencia a través de reposiciones de la serie, algo que no se puede controlar de ninguna forma, es casi imposible que la audiencia de Fringe crezca.
De verdad, lo siento mucho por todos los que inician campañas a través de la Red para salvar la serie y llamar a nuevos espectadores pero así no es como lo van a conseguir.
Las audiencias DVR
Mucho se ha hablado del efecto de las audiencias DVR en Fringe. De hecho, se ha rumoreado en más de una ocasión que son la razón por la que la serie, en sus mínimos (aunque ahora está peor), renovó para una cuarta temporada el año pasado.
Mientras que en directo tan solo un 1.2% del segmento comercial (18-49 años) ve la serie en vivo, al sumarle la audiencia que ve Fringe a través las grabaciones de vídeo digital (DVR) nos encontramos con que este rating crece ocho décimas hasta los 2 puntos porcentuales. Es decir, con las audiencias DVR un 67% más de personas comercialmente relevantes ven la serie, convirtiéndose en la serie cuya audiencia se ve más afectada por este tipo de visionados (lógicamente, un viernes el público prefiere dejar grabando su programa).
Sin duda es un dato a tener en cuenta pero no es tan relevante, en mi opinión, como parece. Una de las ventajas de grabar un programa de televisión es que puedes saltarte los segmentos publicitarios en cuanto éstos aparezcan con tan solo darle a un botón de tu mando a distancia, con lo que estás evitando consumir aquello por lo que la cadena recibe beneficios, la publicidad. Es decir, aunque el rating crezca no es un crecimiento económicamente relevante, pues las marcas saben perfectamente que la publicidad que están pagando no está siendo vista seguramente por todos aquellos que ven la serie a través de grabadores DVR, al contrario de lo que ocurre con las personas que ven la serie en directo y que generalmente no tienen tantas facilidades para evitar la publicidad.
Porque no lo olvidemos: aunque la publicidad sea un engorro, sin ella no habría televisión.
El precio
Saber el precio de una serie es un asunto peliagudo, pero más o menos se puede aproximar. Mientras el piloto de Fringe costó 10 millones de dólares (el primer episodio es la carta de presentación y no se escatiman gastos) el resto es, especialmente en la situación de esta serie, mucho más barato. Quizás ronde los 2 millones de dólares, contando con todos los descuentos que se le hacen al estudio al ser grabada en Canadá. Aún así, sigue siendo una serie cara de producir debido a sus diversas localizaciones, efectos especiales, cantidad de extras y otros tipos de gastos más comunes que van desde el presupuesto de los actores hasta el servicio de catering.
Además, hay que tener en cuenta el asunto de las licencias que la cadena paga al estudio por emitir la serie, que tan solo es una pequeña proporción de lo que verdaderamente cuesta. No podemos olvidarnos de que hace no tanto, se dio a conocer que si Warner Bros TV reducía la tasa de licencia por episodio (lisense fee) FOX estaría más que dispuesta a renovar Fringe por una quinta temporada.
Podemos decir que el precio, a estas alturas, no es uno de sus principales problemas pero no hay que olvidar que producir una serie de las características de Fringe no es precisamente barato y que si además la cadena no está dispuesta a pagar tanto dinero por episodio (lógicamente, ya que no obtiene beneficio de no reducirse esta cifra) esto podría ser uno de los lastres de Fringe. La pelota está en el estudio, por supuesto, y tendrá que hacer balance de si les sale rentable seguir grabando la serie con una rebaja en la tasa de licencia.
El estudio de televisión
El tema del estudio de televisión vuelve a aparecer, cómo no, en otra cuestión (no nos olvidemos de las dos anteriores: el interés de sindicación y la tasa de licencia), esta vez relacionada con otra serie que emite la FOX. Warner Bros TV es también la propietaria de Alcatraz, una producción de la Bad Robot de J.J. Abrams que empezó fuerte en la cadena pero que poco a poco se va desinflando.
Esta mañana se comentaba en Twitter, especialmente de la mano de Miss MacGuffin, que Terra Nova no era la clave (o una de ellas) de la posible renovación de Fringe, sino que lo era Alcatraz (estas dos últimas. Creo entender que si la serie de estreno acaba por ser cancelada esto beneficiaría a Fringe mientras que de ser renovada ocurriría todo lo contrario. Ambas son series muy parecidas, pero de renovar la nueva serie de J.J. Abrams la antigua podría darse por muerta, pues los recursos de una no irían a la otra y viceversa. Cancele una o la otra la Warner perdería dinero, pero quiero creer que el estudio está pensando más en la renovación de Fringe de cara a la sindicación que de lograr que sobreviva a una serie que apenas tiene recorrido.
Sinceramente: la cancelación de Alcatraz es difícil, ahora que permanece fuerte con sus casi dos puntos en los ratings, aunque me huelo un traspaso a los viernes en el caso de que renueve. Crucemos los dedos, en cualquier caso, y pensemos que si hay que cancelar alguna que sea Alcatraz con la que la Warner bien podría sacar interesantes beneficios a través de los DVDs.
Los fans
Aunque el ruido sea más poderoso que las razones, es inevitable que el poder del fandom tenga algo que decir en la renovación o cancelación de una serie. Como hemos dicho, es difícil que con sus campañas, aunque las instigue el mismísimo Joshua Jackson, puedan conseguir sumar espectadores a la serie pero el poder del fanatismo en las redes sociales es impresionante (que se lo pregunten a los de Community) y no me cabe duda de que la FOX tendrá en cuenta este criterio a la hora de tomar una decisión. Aunque sea por mantener una buena imagen estoy seguro de que la cadena tratará de dar el final menos doloroso a la serie, ahora o el año que viene.
Estoy seguro que me dejo algo (como alguna mención más específica a las ventas de DVDs, la difusión internacional y el merchandsing) pero creo que ha quedado bastante clara la situación actual de Fringe y cómo encararán el estudio y la cadena el futuro de la serie. No dudéis en aportar alguna observación que echéis en falta o creáis que algo de lo escrito aquí es erróneo.
¿Y qué opino yo? Sin duda, creo que si la Warner da su brazo a torcer con las licencias podremos tener Fringe con toda seguridad la temporada que viene. No esperemos milagros pero confiemos en que se atienda a la voz de la razón.
Lo que la Fox tiene que tener en cuenta es que 'Fringe' en su primera temporada marcaba datos en torno al 3 en demográficos (y los mantuvo). En cambio, 'Alcatraz' no ha hecho más que bajar desde que la estrenaron, y un 1,8/1,9 en lunes fácilmente es un 1,1/1,2 en viernes. No creo que 'Alcatraz' lo hiciese mucho mejor que ella de emitirse en viernes, la verdad, y la Warner desde luego luchará por renovar la más longeva, porque estoy seguro de que si no sindica habrán perdido un dineral con 'Fringe'.
ResponderEliminarOtra cosa es que 'Fringe' siga bajando, que con 'The Finder' de lead-in y con el cambio de hora en primavera que tan mal sienta a la mayoría de series es lo más probable. Y no creo que ninguna cadena en su sano juicio renueve una serie que hace un 0,8/0,9 (por muy viernes que sea y por barata que se la dejen). Yo creo que todo depende de que las audiencias no bajen más.
Diego, es cierto que es un dato chocante pero la FOX no puede jugar con los datos de hace cuatro años, sino que tiene que decidir con los presentes. Efectivamente, la Warner tratará de renovar Fringe pero de renovar las dos creo que harían muy buena pareja los viernes. Por otro lado, no creo que vaya a bajar demasiado pero habrá que ver cómo le afecta este parón.
ResponderEliminarSaludos y gracias por pasarte!