"Holy shitness. Everyone I love and loathe all in one room"
Un episodio más y la quinta temporada de Californication habrá llegado a su fin, y en este episodio la música tiene, como en otros episodios, sentido. Empieza con Waiting on a friend, de Rolling Stones, y acaba con Friends, de The 22-20's: la importancia de la amistad.
Tras la ruptura con Charlie (que no durará mucho), Hank está viviendo en casa de Karen, pero Bates ha regresado de la rehabilitación y le pide que se marche, para poder seguir trabajando en mantenerse sobrio. Hank se muda a su coche, y pasa el día en un bar, donde aparecerá Charlie a pedirle que regrese, pero al no hacerle caso, envía a Lizzie, y es que, el bueno de Charlie, le ha preparado una fiesta sorpresa para despedirle puesto que va a volver a New York, donde se han reunido todos: Karen, Becca, Tyler, Marcie, Bates, Stu, Samuray, Kali... Todos a los que ama y odia.

Bates aparece junto a su padrino o sponsor, Gabriel (Patrick Fischler), a quien le confía todo. Y cuando digo todo, es todo. Por su parte, Marcy nota algo raro en Stu, y lo raro es que Lizzie le está haciendo "trabajitos", y por ello no está demasiado animado.

Todo huele a despedida en este episodio. Hasta Karen, quien tampoco está pasando por su mejor momento con Bates, se desmelena. Y Hank, por una vez en su vida, es el que pone orden y sentido a lo que está haciendo. No podemos decir que Californication no ha dado un giro en esta temporada. Californication ha madurado, es decir, Hank ha madurado. Y a mi me gusta este cambio.
Promo S05E12
COMENTARIOS